Un hombre absolutamente concentrado en su celular no se dio cuenta que el bar en el que bebía en Minas Gerais, Brasil, estaba siendo atacado por un asaltante con pistola, hasta que el delincuente ya había escapado con el dinero.

Mientras los demás clientes se acostaron boca abajo en el piso al escuchar "¡Asalto!", José Carlos de Almeida escribía en una aplicación de mensajería instantánea sin percatarse de nada.

De Almeida dijo que realmente pasó por alto la situación y que "también es bueno que el ladrón no haya robado mi teléfono, me costó 700 BRL ($132 mil pesos chilenos) o mi motocicleta que estaba afuera".