“Cuando analizamos el mercado general de la Región Metropolitana nos enfrentamos a una escasez de paños para desarrollos que ha limitado los proyectos a barrios puntuales”. Esa sería la razón central por la cual hoy vemos un sinfín de construcciones en nuevos sectores, agotados ya los tradicionales; pero además hay que “considerar que la disponibilidad no es la única variable en juego para marcar una tendencia. La aceptación del público es clave en el éxito de los proyectos, particularmente en barrios que no se han consolidado”. Así explica Teresa Campos, directora de consultoría en Colliers, la amplia oferta inmobiliaria que hoy viven sectores que hasta ahora habían estado más ausentes de la acción de grúas y plumas en su paisaje, como Peñalolén, Chamisero, San Miguel y Ñuñoa (Irarrázaval). ¿Qué los hace  aceptados y preferidos por la gente para escogerlos como el lugar donde vivir? Revisamos algunos proyectos en las nuevas zonas calientes de la capital y sus características principales.

Metro a la puerta

Como detalla Teresa Campos,  Ñuñoa “es la comuna que más departamentos en oferta tiene, ha vivido la transformación del eje Irarrázaval”. Una masiva oferta de departamentos tanto en esa avenida principal como en sus calles aledañas se ha visto en el último tiempo, con énfasis en sus dos extremos: el sector cercano al Mall Plaza Egaña y en la otra punta el foco Bustamante-Matta, cercano a barrio Italia. Ambas con el atractivo adicional que supone la futura línea del Metro que correrá por Irarrázaval, dejando conectada esa franja de la comuna antes un poco a trasmano entre Providencia y Macul. Para José Luis Calderón, gerente de Marketing de Almagro, el atractivo de Ñuñoa pasa también por su carácter mixto. “Continúa manteniendo un equilibrio entre su carácter residencial y su cara más moderna. Esta característica ha permitido que la gente quiera seguir en ella y darles cabida a nuevos habitantes, muchos de ellos jóvenes y familias en formación, que les gusta la vida de barrio de antaño viviendo en un cómodo departamento”.

Como en el centro

Otra comuna de las centrales de la capital, San Miguel, también ha visto crecer su oferta habitacional transformando visiblemente su cara con la incorporación de numerosos edificios en altura, debido a, como explica Campos, que “ha tenido la ‘ventaja’ de condiciones normativas muy favorables para el desarrollo inmobiliario, situación que puede cambiar en el mediano plazo”. Aquí, según la consultora, Gran Avenida surge como divisoria,  dándose en el sector oriente “paños industriales que están siendo reciclados para la construcción de edificios -no ha sido tarea fácil- y en el caso del sector poniente, en cambio, el desarrollo ha venido de la conversión de casas a edificios residenciales”. Para Pablo Risso, gerente general de Gimax, la comuna “presenta hoy características parecidas por su cercanía a Santiago (centro), pero con programas  orientados a familias”, como por ejemplo edificio Lavanda, a cuadras de la estación San Miguel del Metro y del parque El Llano, ideado con espacios como jardines espaciosos -justamente de lavanda- y juegos infantiles.

Rodeado de verde

Si se trata de buscar soluciones en las que el foco esté puesto en el espacio con áreas verdes y el paisaje, pero siempre dentro de Santiago, o colindante a él, hay varias alternativas de casas, condominios de buena arquitectura, mejor pensadas, más personalizadas, en sitios como Peñalolén, Chicureo o Chamisero.

Campo y ciudad

Peñalolén se presenta como una oferta verde dentro de la ciudad, mitad campo, mitad urbe, con precios más acotados que sus vecinas en alturas paralelas como San Damián o Los Dominicos, si pensamos en casas.  Sepco, por ejemplo, lanza en enero próximo su Town House All Inclusive: condominio de 21 casas, ubicado en la Quebrada de Macul con Avenida Las Perdices. Es decir, vista despejada a la cordillera y aire más rural para la familia, pero al lado de sectores de comercio urbano como Plaza Quilín, el Jumbo o Lider y a colegios como Dunalastair, Pumahue, Boston College o Pedro de Valdivia.

Arquitectura y paisajismo

Más hacia el perímetro del Gran Santiago, Chamisero es otro de los focos que han concentrado la atención de las inmobiliarias porque, como dice Valeria Gori, gerenta comercial de Socovesa, “a la hora de comprar una vivienda muchos priorizan factores como el terreno y flexibilidad de una casa, así como la seguridad de los condominios, confort, calidad de vida y metros cuadrados. Eso explica el boom inmobiliario de algunos sectores fuera del anillo de Américo Vespucio, como Chamisero, que cuenta con buena conectividad (la apertura de la Radial Nor-Oriente), infraestructura vial y servicios”, explica, lo que ha atraído mayoritariamente a familias jóvenes.

El proyecto Singular de Socovesa, con arquitectura diseñada por Mathías Klotz, da cuenta de los intereses de esta franja de compradores que busca espacios funcionales, pero también una estética cuidada en relación al medioambiente circundante, uno de los fuertes de este tipo de proyectos.

Otra alternativa vecina geográficamente y en el espíritu del proyecto, con alternativas de customización de la casa y arquitecto connotado (Gonzalo Mardones) es Viñas de Chicureo, que con sitios de 5 mil m² y casas sobre los 300 m² se inserta en el verde; un paisajismo de parque continuo diseñado por Juan Grimm. “Se trata de un proyecto que refleja la necesidad de vivir en un ambiente sustentable, que bajo el concepto ‘country’ destaca por sus áreas verdes, permitiendo el desarrollo de la vida familiar a pocos minutos de Santiago”, explica Rafael Burmester, gerente general Inmobiliaria Indesa. d