En el encabezado de la web de este joven diseñador puede leerse ‘High Humor Design’, una declaración de principios que luego tiene la siguiente bajada:  “Descubrir el humor inherente a la vida cotidiana, la creación del humor da forma a la comodidad...”. Particular. Una pretensión sencilla pero valiosa, mal que mal sonreír y tomarse las cosas desde el ‘lado amable’ no es trivial y es parte de una buena experiencia cotidiana, cuestión que sabemos atañe en sus profundidades al diseño.

Por ello destacamos el trabajo de este diseñador nacido en Japón y que hoy vive en Alemania.

Sus trabajos, no más de 15, pequeñas piezas de mobiliario y luminarias, están fabricados en madera y buscan en sí mismos entregar una cuota de diversión, de buena onda al día. Las ideas del ocio y del juego están presentes en este aparador que por supuesto nos recuerda un gran mecano, y me imagino debe ser lo mejor de armar en el mundo; además nos pone frente a la cuestión de los objetos que nos rodean, lo que nos provocan, esa relación sentimental con ellos que nos hace querer cambiarlos o mantenerlos para siempre junto a nosotros. De esta pieza, hasta hoy, solo hay tres, y por supuesto su elaboración es a pedido. El ‘aparador del juego’ está fabricado en  madera de roble y quiere que el usuario redescubra su creatividad, permitiéndole cambiar las piezas como quiera.