Como parte de una entrevista con el reportero James Clayton de la BBC, presentada a través de Twitter Spaces, el multimillonario Elon Musk abordó su proceso de adquisición de la red social.

En ese sentido, el magnate planteó que solo siguió adelante con la compra porque pensó que sería forzado legalmente a concretar su promesa de adquisición. Al ser consultado sobre la posibilidad, Musk simplemente respondió que: “esa es la razón”.

Lo anterior se debe a que el antiguo consejo directivo de Twitter demandó a Musk para cumplir su propuesta de $44 mil millones de dólares a un valor de $54.20 dólares la acción. El multimillonario inicialmente planteó que no lo haría debido a que Teitter había inflado su número real de usuarios y minimizó la cantidad de bots en la plataforma.

Pero la entrevista con la BBC también dio pie a las habituales jugarretas del hombre que alguna vez fue el más rico del mundo. En un punto, Musk dijo que no era el CEO de Twitter. “Mi perro es el CEO de Twitter, es un gran perro. Tiene un sweeter negro, ¿Qué más se necesita?”, dijo.

Claro que Musk también admitió que se disparó en el pie reiteradamente con sus tuits y que probablemente debería dejar de publicar mensajes en la madrugada. “Necesito zapatos a prueba de balas en este momento”, reconoció.