El Batimóvil de la mítica película de Tim Burton, estrenada en 1989, es probablemente el más famoso de todos. Pues bien hoy aquellos afortunados fanáticos de saga del nocturno superhéroe están de suerte, pues una conseguida réplica del mencionado ejemplar se ofrecerá al mejor postor.

Así es, la casa británica Bonhams lo venderá a golpe de mazo en su próxima subasta, que tendrá lugar el 20 de marzo. Espera cambiar de manos por una cifra entre 23.000 y 35.000 euros.

El Batimóvil que saldrá a remate es una réplica casi exacta del usado en las películas “Batman” y “Batman Returns”, ambas dirigidas por Tim Burton con Michael Keaton bajo la máscara.

Decimos casi, porque el ejemplar de ambos films fue concebido sobre el chasis de un Chevrolet Impala, en tanto, que esta reproducción se asienta sobre un Ford Mustang de primera generación, concretamente un modelo de 1965.

El chasis del pony car fue modificado y alargado artesanalmente, alcanzando este Batmóvil nada menos que 6,7 metros de largo. Un poco más que el modelo diseñado por Julian Caldow y esculpido por Keith Short, pues firmaba 6,6 metros de largo.

Construida en fibra de vidrio, la carrocería imita las mismas formas del reconocido Batimóvil: con una gigantesca turbina dominando en el frontal, un capó alargado, un generoso escape y las dos alas de murciélago coronando la zaga.

Adentro luce un panel de instrumentos estilo avión con doce esferas y un sinfín de botones. Dos asientos tipo baquet tapizados en cuero negro y un rectangular volante Momo abierto y recubierto en Alcantara.

Su motor, por otro lado, es de origen Chevrolet. Se trata de un 5.7 litros que ofrece una potencia de 380 Hp, más que suficiente para cumplir con las misiones nocturnas más exigentes.

Por encargo

Según la casa de subastas, esta réplica es obra del especialista británico Z Cars, conocido por sus modificaciones de Mini clásicos. Fue un encargo realizado hace ya diez años por Phil Garlick, un empresario inglés que quería ofrecerlo bajo alquiler en eventos.

Todas las modificaciones supusieron un desembolso de 150.000 libras: mucho más del precio de venta estimado que tiene ahora. Y es que, después, fue propiedad del London Motor Museum, que se ha visto obligado a cerrar por impagos, de ahí que el precio esté a la baja.