En la Semana del Clima en Nueva York, Volvo anunció que dejará de producir autos con motores diésel en 2024. Decisión que llega tras la promesa del fabricante sueco de convertirse en una marca 100% eléctrica en 2030 y neutra en emisiones contaminantes en 2040.

En noviembre de 2022 Volvo se deshizo de su participación en Aurobay, la empresa conjunta con Geely que albergaba sus activos restantes de motores de combustión. “Ya no destinamos ni una sola corona de nuestro presupuesto de I+D al desarrollo de nuevos motores de combustión interna”, señaló la firma europea.

Se trata de un movimiento audaz, puesto que hace tan solo cuatro años el motor diésel era la estrella de la casa en el Viejo Mundo: “La mayoría de los automóviles que vendimos en el continente en 2019 estaban propulsados por un motor diésel, mientras que los modelos electrificados apenas comenzaban a dejar su huella”.

FILE PHOTO: A Pure Electric sign is seen above a Volvo vehicle displayed during a media day for the Auto Shanghai show in Shanghai, China April 20, 2021. REUTERS/Aly Song/File Photo

Sin embargo, hoy las cosas son distintas, pues el año pasado solo el 8,9 % de las ventas de Volvo en Europa fueron modelos petroleros, correspondiendo la mayoría de sus colocaciones a autos electrificados, con sistema de propulsión totalmente eléctrico o híbrido enchufable.

Jim Rowan, director ejecutivo de Volvo Cars, declaró que la empresa está plenamente centrada en crear una gama de autos premium totalmente eléctricos.

“Las cadenas cinemáticas eléctricas son nuestro futuro y resultan mejores que los motores de combustión. Generan menos ruido, menos vibraciones, menos costes de mantenimiento para nuestros clientes y cero emisiones”, afirmó en su intervención en la Semana del Clima de Nueva York.