Al menos dos personas fallecieron, entre ellas un niño de seis años, por un atropello intencionado en el norte de Jerusalén que terminó con la muerte a tiros del conductor del vehículo. Otras cinco personas resultaron heridas, entre ellas otro menor que se encuentra en estado crítico.

El conductor, según la Policía, dirigió deliberadamente su auto contra una parada de bus en Nebi Samuel. Después, varios transeúntes comenzaron a abrir fuego contra el vehículo, si bien el sospechoso habría sido abatido por un policía que se encontraba en el lugar de los hechos, informó Times of Israel.

A la espera de información oficial, fuentes del diario Haaretz identificaron al conductor como Husein Qaraqe, de 31 años, residente en Jerusalén Este y con ciudadanía israelí. La Policía calificó el suceso de acto terrorista.

Israelíes miran el automóvil en la escena donde se produjo un presunto ataque de embestida en Jerusalén el 10 de febrero de 2023. Foto: Reuters

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, celebró la muerte del sospechoso a manos de la Policía e informó que dio órdenes para llevar a cabo una operativo para que la casa de esta persona sea demolida “de inmediato”.

“Nuestra respuesta al terrorismo es atacarlo con toda nuestra fuerza y reforzar aún más nuestro control sobre nuestro país”, escribió en Twitter al tiempo que enviaba condolencias a las familias de las víctimas.

Una vista general muestra la escena donde se produjo un presunto ataque de embestida en Jerusalén, el 10 de febrero de 2023. Foto: Reuters

Además del niño de seis años, la otra víctima mortal es un joven de 20 años, que sucumbió a las heridas en el hospital. Los servicios de Emergencia confirmaron que hay al menos otros cinco heridos, entre ellos un niño de ocho años en estado crítico y otro de 10 años, pero que no corre peligro.

El suceso tuvo lugar en un momento en el que Israel ha intensificado sus operativos antiterrorismo, demoliendo las viviendas de los supuestos sospechosos de llevar a cabo este tipo de acciones, con más de 2.500 arrestos y cerca de 200 palestinos muertos en 2022, a los que se suman 42 en lo que va de este año.