Al menos cinco personas fallecieron por un bombardeo ruso en la aldea de Kamianka, en la región de Zaporiyia, en la parte sur de Ucrania y donde se ubica la mayor central nuclear de Europa.

El dirigente de la región, Alexander Starukh, señaló que hay por el momento cinco muertos como consecuencia de los ataques rusos, mientras que puede haber más víctimas porque es probable que haya personas debajo de los escombros, explicó en su canal de Telegram.

“Inhumanos rusos acabaron con la vida de Anastasia Borovyk y sus dos hijos, de ocho y dos años”, escribió en su cuenta de la red social, antes de informar de que la víctima tenía 29 años y era trabajadora cultural. De las otras dos víctimas no ha trascendido su identidad.

Starukh aseguró que se han producido seis ataques “desde el territorio ocupado exclusivamente a edificios residenciales”. El edificio de cuatro pisos en el que vivía la familia fue uno de los lugares atacados: “El piso superior quedó completamente destruido”.

Asimismo, el dirigente regional ha expresado sus condolencias a las familias y amigos. “No hay perdón para este crimen”, aseguró.