“Nuestras manos están en el gatillo y nuestros combatientes están preparados al máximo nivel”, dijo Hezbolá tras el asesinato del número dos de Hamas, Saleh al Arouri, en un ataque con drones israelíes en las afueras de Beirut.

El grupo chií libanés aseguró que la muerte de Al Arouri “no pasará sin respuesta” y calificó la acción del Estado judío como un asalto “muy peligroso” para el Líbano.

“Nosotros, en Hezbolá, confirmamos que este crimen no pasará sin respuesta ni castigo (...) Nuestras manos están en el gatillo y nuestros combatientes están preparados al máximo nivel”, afirmó en un comunicado el movimiento chií, que controla la zona donde tuvo lugar el ataque israelí.

Al Arouri y otros cinco miembros del movimiento islamista palestino murieron este martes en el bombardeo de un dron israelí contra una oficina del grupo en el área de Msharafiye, en los suburbios meridionales de la capital libanesa.

Se trata de la primera acción en las inmediaciones de Beirut desde la guerra librada en 2006 entre Hezbolá e Israel.

El movimiento islamista dijo que Estado judío ha recurrido a asesinar a “todos” aquellos que ayudaron a lanzar o apoyaron el ataque del 7 de octubre contra su territorio, tras ser incapaz de “subyugar” a los palestinos durante los últimos tres meses de guerra.

En este contexto ubicó un nuevo paso en la línea de acción que ya le llevó a asesinar a un asesor militar de la Guardia Revolucionaria iraní hace una semana en Damasco, que desde entonces ya ha sido objeto de otros dos ataques israelíes con misiles.

Hezbolá y el Estado judío están enfrentados en un intenso fuego cruzado a través de la frontera entre ambos países desde tan solo un día después del estallido de la guerra de Gaza, violencia que hasta ahora no había afectado a un radio de más de 50 kilómetros del límite divisorio.