En la tradicional primera misa del año, el Papa Francisco catalogó de "profanación de Dios" la violencia ejercida contra las mujeres y señaló que "si queremos un mundo mejor que nos importe la dignidad de la mujer". Antes de la oración del Ángelus, el Pontífice ofreció disculpas por el episodio registrado el martes, cuando una peregrina lo forzó a darle la mano durante una caminata en la Plaza San Pedro, captada en video.

"Las mujeres son fuente de vida. Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre", señaló el Papa Francisco ante miles de personas.

Pero el Papa argentino fue más allá, al criticar que el cuerpo de la mujer "debe ser liberado del consumismo, debe ser respetado y honrado".

"Cuántas veces el cuerpo de la mujer se sacrifica en los altares profanos de la publicidad, del lucro, de la pornografía, explotado como un terreno para utilizar", finalizó el Pontífice.

Además, Francisco tuvo palabras para la inmigración, diciendo que las mujeres que abandonaron sus países para mantener a sus hijos deben ser honradas, no despreciadas.

El Papa ha tratado regularmente de defender los derechos de las mujeres durante su pontificado y en abril dijo a la Iglesia Católica Romana que tenía que reconocer una historia de dominación masculina y abuso sexual de mujeres.

En el mensaje de Año Nuevo, leído en todas las iglesias del mundo, el Pontífice exhortó a la "paz, camino de esperanza hacia el que avanzar a través del diálogo, la reconciliación y una conversión ecológica".

Polémica

"Tantas veces perdemos la paciencia. A mí también me ocurre. Me disculpo por el mal ejemplo dado", declaró, recordando el criticado episodio que se volvió viral en las redes sociales durante el último día de 2019 en el Vaticano.

Las imágenes del Papa, de 83 años, quien tras haber saludando a varios niños concentrados frente al pesebre de Navidad en la plaza de San Pedro, se disponía a cambiar de dirección cuando una peregrina, que no ha sido identificada, inesperadamente le agarró fuerte la mano para recibir el saludo.

Mientras se ve cómo la desconocida le dice algo, el Papa, irritado y con gesto molesto y adolorido, logra zafarse de la mujer golpeándole en el antebrazo.

En marzo, Francisco fue cuestionado al negarse a que los fieles besaran su anillo papal en una ceremonia en el santuario de Loreto, Italia.