La princesa Mako, nieta del emperador japonés Akihito, sorprendió al anunciar el aplazamiento a 2020 de la ceremonia del compromiso formal con Kei Komuro, un plebeyo de 26 años que conoció en su época de estudiante.

"Nos dimos cuenta de que no teníamos suficiente tiempo para preparar las ceremonias y nuestra nueva vida antes de la boda preparada para otoño (local)", explicó Mako en una declaración difundida por la agencia de la casa imperial.

La pareja anunció su compromiso en septiembre del año pasado y tenían pensado celebrarlo oficialmente en una ceremonia tradicional el 4 de marzo, antes del enlace planificado para el 4 de noviembre.

Es por esto que desató especulaciones a raíz de presuntos problemas económicos de la madre del novio. Y en un intento de callar los rumores, en el comunicado Mako y Kei aseguraron que siguen teniendo intención de contraer matrimonio y negaron que el aplazamiento tenga que ver con lo publicado en la prensa local de los supuestos problemas de dinero de la familia Komuro.

Pese a ello, los rumores mantienen las interrogantes abiertas. A finales de enero, dos de los semanarios más importantes aseguraron que la madre de Kei debe 4 millones de yenes (36.400 dólares) a su "ex pareja". De acuerdo a esos medios, el dinero se utilizó para pagar los gastos escolares de Komuro, sobre todo un semestre en una universidad estadounidense.

En la declaración, la princesa Mako explicó que ambos se vieron obligados a anunciar su compromiso antes de lo previsto por las filtraciones en la prensa desde mayo del año pasado. "Tendríamos que habérnoslo pensado dos veces para estar seguros de que era el buen momento para nosotros...Ahora queremos organizar mejor esta boda, un evento muy importante en una vida", añadió.

Mako es la hija mayor del príncipe Akishino, hermano de Naruhito, el príncipe heredero de Japón y futuro emperador.

Su boda con Kei Komuro, un plebeyo, supondrá su exclusión de la familia imperial en virtud de una polémica ley que sólo se aplica a las mujeres.