La Clínica Indisa y el Hospital Clínico de la Universidad de los Andes completaron sus trámites y fueron declarados oficialmente como objetores de conciencia institucional por el Ministerio de Salud, en el marco de la ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales: riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación.

Así, estos centros se convirtieron en los primeros del país en cumplir con los requisitos establecidos en el protocolo de objeción de conciencia, que los exime de practicar algunos de los procedimientos.

En el caso de Clínica Indisa, la objeción se remite a la causal de violación y regirá para la clínica, un centro de consultas y un establecimiento médico, ubicados en Providencia.

Mientras, para la Clínica Universidad de los Andes la objeción aplicará a las tres causales y fue aprobada para el campus central y el hospital clínico, ambos en Las Condes, y un centro de salud ubicado en San Bernardo.

Francisca Ugarte, directora médica de dicho recinto, explicó que se presentaron los antecedentes hace dos semanas y el Minsal aprobó la documentación el viernes pasado. "Desde que partió la ley dijimos que seríamos objetores de conciencia. Nos aprobaron todos los documentos presentados y era lo que esperábamos, porque entre los valores fundacionales de la institución está el respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural", dijo.