José Caro (45) es habitante de Panguipulli, en la Región de Los Ríos, y sentado en un banco, a orillas del lago, se queja de que el agua se está contaminando. "Yo he visto que en el sector del Roble Huacho van a abrir las llaves cuando se les llena el alcantarillado y cae todo el excremento al lago. Mi suegro cuenta que hace 25 años que está esa llave".

El relato grafica una situación sobre la cual ya hay algunas denuncias de residentes, quienes, a través de redes sociales y radios locales, se quejan de la posible contaminación en su zona turística más importante.

Sergio Albornoz es miembro del Frente Ambientalista de Panguipulli y explica que "nos impresionó mucho ver unas imágenes que hicimos a través de un dron, donde se aprecian claramente las diferencias de tonalidades del agua en los lugares de descarga".

Agrega que "hemos hecho varias acciones de protección. Tenemos información gráfica y muestras de laboratorio del lago en diferentes puntos. Los datos preliminares dicen que la cantidad de coliformes está por sobre la norma".

La empresa sanitaria Essal es la que presta servicios en la zona. Consultada sobre la situación, su gerente general, Hernán Köning, explica que "atendemos un millón de personas en las regiones de Los Ríos y Los Lagos y tratamos más de 60 millones de metros cúbicos de aguas servidas, los que vuelven limpios a los cauces de agua. El problema en Panguipulli se relaciona con las aguas lluvias. Muchas ingresan de manera ilegal a la red de aguas servidas. No hay dos sistemas por separado. Cuando llueve, el sistema colapsa y debemos usar los aliviaderos de emergencia, que están establecidos en la normativa y se utilizan sólo en períodos de emergencia".

Köning subraya que "los aliviaderos de emergencia están normados y cada vez que se activan debemos avisar a la autoridad. Existe un tema sanitario en su regulación. Si la red es superada por el ingreso de aguas lluvias, la ley establece que en el punto más bajo debe haber una descarga. De lo contrario, se transformaría en un problema sanitario, saliendo el agua por las viviendas, patios y las calles".

Albornoz dice que como movimiento se han reunido con Essal y la firma les informó las acciones que están tomando: "La duda es ¿por qué no lo hicieron antes?".

Köning agrega que "esto tiene solución, detectando esas conexiones ilegales (particulares), desconectándolas y abordar el tema de las aguas lluvia entre todos".

Superintendencia

Consultada la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) respecto de si existen denuncias de vertimientos en el lago Panguipulli, Eric Loyola, jefe de la oficina regional Los Ríos, respondió que "el 14 de febrero de 2016 se recibió una denuncia de la comunidad y autoridades locales por fallas en la planta elevadora de aguas servidas Roble Huacho, lo que implicó un rebase en la vía pública y descargas no autorizadas al Lago".

Agregó que "la Siss desarrolló fiscalizaciones dentro del marco de la investigación de la denuncia, lo que derivó en una sanción con una multa de 116 UTA (alrededor de $ 65 millones) y la exigencia de medidas de mitigación, que fueron aplicadas por Essal".

Loyola añadió que "el 10 de julio de este año se recibió una nueva denuncia por parte de la encargada del Medio Ambiente Acuático de la Gobernación Marítima Valdivia, sobre descargas no autorizadas al lago Panguipulli. La Siss fiscalizó, solicitando información e instruyendo un plan de acción, lo que generó un nuevo proceso de investigación que determine las responsabilidades. A fines de julio, Essal presentó un plan de trabajo que fue verificado en terreno por el Siss".