Documentos que avalarían el uso de informantes y la utilización de agentes encubiertos durante un operativo antidrogas, remitió el alto mando de Carabineros a la fiscal regional de Arica, Javiera López, quien indaga a cuatro policías por supuestos delitos de asociación ilícita y tráfico de drogas relacionados con dos cargamentos por más de una tonelada de marihuana proveniente de Bolivia.

Uno de los oficios que están en poder del Ministerio Público data del 5 de agosto, mismo día en que el equipo antidrogas, liderado por el jefe del OS-7 de Arica, mayor V.R.H., incautó 299 kilos de marihuana prensada. La diligencia, además, terminó con tres extranjeros detenidos. Esta es una de las incautaciones indagadas.

La investigación de la fiscalía, junto con imputar a los cuatro uniformados, también vinculó a dos civiles que se identificaron como supuestos informantes de Carabineros. Sin embargo, los sospechosos no figurarían en los registros del M. Público, según la fiscal López.

Preso informante

Según el documento, los antecedentes para identificar el camión cargado con el alucinógeno fueron "proporcionados por un imputado preso de esta investigación, que dice relación con una operación internacional de transporte de droga, desde Bolivia hasta nuestro país".

El oficio de dos páginas, además, autoriza al capitán del OS-7, de iniciales L.V.S., a infiltrarse como agente encubierto, adoptando el apodo de "Tito" durante la operación. "La intervención del agente encubierto será la de acompañar al informante en sus desplazamientos o eventualmente actuar solo o en conjunto, trasladar la droga si esto sea necesario, participar en los distintos traslados y reuniones que los imputados puedan sostener con el informante y eventualmente con los destinatarios de la droga", dice el documento.

Desde la Fiscalía de Arica reconocieron la existencia de los oficios firmados por el fiscal Manuel González, actualmente indagado y suspendido de sus funciones. Precisaron que la investigación contra los policías "es para conocer la génesis de los envíos de droga desde Bolivia y no cuando traspasaron la frontera para ingresar a Chile, que es cuando se pidió la autorización a la fiscalía".

En esta línea, fue la propia fiscal Javiera López quien aclaró que "a medida que fuimos avanzando (en la revisión de casos) nos dimos cuenta de que existía un concierto entre funcionarios policiales y civiles, que se autodenominan informantes".

Estas comunicaciones se habrían realizado, según la fiscalía, entre el capitán L.V.S. y Francisco Almonacid, recluso que se encontraba prófugo y oculto en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, tras quebrantar un beneficio carcelario. Según la fiscalía, con este reo se habrían realizado los contactos y coordinaciones para ingresar a Chile dos cargamentos con 299 y 814 kilos de droga, respectivamente, los cuales fueron incautados.

Para el abogado defensor de los carabineros detenidos, Alejandro Peña, los oficios firmados por el fiscal Manuel González "reafirma todo lo sostenido por los oficiales, en el sentido de que todas las actuaciones policiales estaban en conocimiento y coordinación con el Ministerio Público". Según Peña, previo al ingreso de los cargamentos con droga hubo "visitas y comunicaciones constantes entre el capitán L.V.S. y el fiscal. Son diligencias investigativas previas con conocimiento del fiscal". Para el defensor tras analizar los antecedentes, "no he encontrado ningún elemento que acredite delitos de tráfico de drogas, con voluntad de tráfico y por eso las imputaciones carecen de sustento fáctico".

En el Juzgado de Garantía de Arica se espera que hoy declaren tres bolivianos y un colombiano detenidos en los cuestionados operativos. Los extranjeros, que son testigos protegidos, quedaron libres luego que el tribunal estimara que la policía habría actuado al margen de la ley.