Calles con autos y pancartas en llamas y cielos con nubes negras. Ese es el panorama que se vive en ciertos sectores de la ciudad alemana de Hamburgo.

Esto debido a que activistas antiglobalización cumplen su segundo día de protestas en la ciudad anfitriona de la cumbre del G20.

Tal ha sido el caos que las autoridades pidieron más efectivos alemanes para que ayudaran con la situación y utilizaron carros lanzaaguas para dispersar a los manifestantes.

Algunos de los líderes iban atrasados a la reunión, pero la policía informó que llegaron a salvo al centro de convenciones de la ciudad.

En la cumbre -que finaliza mañana- se discutirán temas relacionados con el combate internacional al terrorismo y sobre todo abordarán cuestiones de cambio climático y comercio internacional.

Los activistas se manifestaron sobre la globalización, inequidad económica y las pocas medidas que se toman para combatir el cambio climático. Por la mañana dispararon petardos a un helicóptero de la policí­a, rompieron vidrios del consulado de Mongolia y desinflaron las llantas de los autos de la delegación de Canadá. Más tarde montaron barricadas en la ciudad y lanzaron bombas molotov a la policí­a.

Incluso la primera dama estadounidense, Melania Trump, no pudo realizar sus actividades programadas ya que no podía salir de su hotel debido a las intensas manifestaciones.