Cameron Diaz: la rubia peor vestida

La actriz se ha hecho famosa por ser la única diva del cine que se pone lo que ella quiere.




Es sexy. Es rubia. Y tiene una de las risas más celebradas del cine. Pero se viste mal. Pésimo. Cameron Diaz llegó sin zapatos a la premiere de Los Angeles de Charlie. Como Caperucita roja, con traje de Bill Blass con estampado colorado y chal en el tono, a otro evento. Con las botas más azul neón y un top que le quadaba grande a los premios MTV. Con los peores cortes y tonos a los premios Oscar.

Es un desastre a la hora de elegir y combinar y además porfiada. Porque mientras mega estrellas como Demi Moore, Nicole Kidman o Jennifer Aniston no dan un paso fuera de su casa si no es vestidas, aconsejadas, producidas y evaluadas por estilistas que las arreglan completas, desde los zapatos hasta el peinado, Díaz se ha hecho famosa por ser la única diva del cine que se pone lo que ella quiere. Lo que le tinca. Lo que la hace sentir "cómoda".

Y que no elige hasta la noche anterior o la misma mañana de los Oscar, la vitrina más importante del glamour mundial, con que look va a asistir. Y falla. Siempre le va mal. Y sale aniquilada, destrozada por críticos y especialistas.

Pero igual se salva. Con su metro y 75 de estatura. Su figura esculpida con mucho surf, mucho Pilates y una dieta verde y saludable, esos ojos azules y risa eléctrica aunque se ponga un saco, se ve linda. Y lo pasa mejor que cualquiera. Mucho más que las más elegantes.

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