Chile es líder sudamericano en velocidad de acceso a la red pero está bajo el promedio europeo




Banda ancha. Hasta hace unos años, una tecnología que por sus precios y su novedad parecía muy lejana, ahora es parte de las exigencias y del vocabulario tanto de expertos  como de usuarios casuales.

Lo cierto es que Chile es un país en vías de digitalización y si bien hay ejemplos de que se puede meter en la pelea con los países de vanguardia, también se convive con una realidad en la que internet sigue siendo una promesa incumplida.

Así lo demuestra el estudio de la Central de Comunicaciones de Estados Unidos, que decidió comparar sus velocidades promedio con las del resto del mundo, incluyendo dentro del catastro a Chile y agregando así una nueva estadística para el desarrollo tecnológico nacional.

EJEMPLO REGIONAL
A nivel global, en cuanto a la velocidad de bajada, Chile se ubica en el lugar número 57 del mundo, con un promedio de conexión de 3,18 megabits por segundo. Esta cifra lo pone  encima del promedio sudamericano.

Sin embargo, este índice apenas se compara con las estadísticas del resto del mundo. Los primeros lugares, la República de Corea y Japón, cuentan con promedios de 20 y 15 Mbps, y dos veces más abajo que el promedio de conexión en Europa, que según la medición lidera con 6,42 Mbps.

Por si fuera poco, la conexión en Chile es una de las que posee el precio de entrada más alto del mundo: según datos recolectados por el Consejo de Innovación de Chile, el precio de la suscripción mensual para un servicio de banda ancha parte desde los 35 dólares, dejándolo en el lugar 41 de los países de la lista de más barato a más caro, superado por países como Dinamarca, Turquía y Finlandia, donde el precio no supera los 20 dólares.

Lo mismo ocurre cuando se compara el precio por Megabit: Corea, el país más rápido, tiene precios máximos de cuatro dólares por Mbps y en Chile, el precio más económico está en ocho dólares por Mbps.

LA BANDA ANCHA
8,8 por ciento. Esa es la actual penetración que posee en Chile el servicio de banda ancha, lo que significa que más de 1.400.000 personas tienen acceso a este servicio. Una cifra bastante inferior a lo que podría suponerse y que revela una de las brechas digitales más importantes: el 70% de las conexiones en chile es menor a un mega.

Y este índice no es menor. De acuerdo a la Unión Internacional de Telecomunicaciones,  se define como banda ancha cualquier conexión superior a 1,5 Mbps para el tráfico de datos las 24 horas. Así, muchos servicios que se venden como banda ancha en realidad sólo cuentan con un requisito: el de la disponibilidad.

Las velocidades también ocultan una serie de mitos y errores. Por ejemplo, la velocidad de las conexiones se mide en bits y el peso de los archivos en bytes, por lo que una conexión de un megabit no significa que puedan bajarse archivos de un megabyte en un segundo. En realidad, un megabit representa 128 kilobytes por segundo, por lo que descargar un archivo de un megabyte toma en realidad entre nueve y 10 segundos.

Otro factor que suele dejarse de lado es la velocidad de subida. Por lo general, siempre es menor que la de bajada, pero en tiempos de la red 2.0 es la que se utiliza para subir fotografías, videos o jugar en línea, por lo que es natural que el proceso de compartir un archivo sea más lento que rescatarlo.

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