Luego del terremoto en el norte y ahora el voraz incendio en Valparaíso, surgen dudas como la forma de contener a los niños frentes a estas situaciones.

La gerente general de Fundación Mi Casa, Delia Del Gatto indicó que "los más pequeños de la casa podrían presentarse con dificultades de atención, con pesadillas, irritables, somatizando por ejemplo con dolor de 'guatita' o de cabeza, sin querer retomar sus actividades cotidianas incluida la asistencia a la escuela  y, con un deseo imperioso de estar siempre al lado de sus padres, con conductas regresivas como son 'hacerse pipí',  'chuparse el dedo' entre otras"

Especialistas en el tema han llegado a consenso de cuáles son las acciones que los padres deben evitar y así ayudar a sus hijos.

Lo primero es tener presente que los niños "aprenden por modelos, de allí que es muy importante que se viva la situación con tranquilidad, sin descontrol y sin mostrar miedo o angustia, al menos frente al niño".

Además hay que "entregar afecto físico es muy reconfortante, por ello entregue espacios de cariño, amor y ternura. Así también, facilite espacios de juego para los más pequeñitos e inste espacios de conversación con los adolescentes".

"Explicar de manera racional la situación ocurrida, de acuerdo a la etapa de desarrollo de su hijo o hija, de manera tal de disminuir sus miedos y  evitar fantasías catastróficas", asegura.

Además, los especialistas recomiendan controlar "la repetida exposición a las redes sociales y medios de comunicación que cubren el evento". Además ded crear "un protocolo de emergencia familiar que debe ser conocido por su hijo o hija, que establezca zonas de seguridad al interior del hogar, formas de salir de la casa y evacuar, formas de mantenerse en contacto,  qué hacer si se encuentra en la  escuela, puntos de encuentro y formas de solicitar ayuda".

Por último, "dependiendo de la edad y características propias de su hijo o hija, entregue tareas en pro de la ayuda que pueda prestar frente a un evento como el recientemente vivido, por ejemplo:  que cargue la mascota, que sea el encargado de llevar la radio o la linterna, entre otras.   Esto permitirá que tengan una participación activa, lo que les dará al mismo tiempo la sensación de control y apoyo a otros, sintiéndose así bien consigo mismos", dice Del Gatto.

"El cómo los adultos vivenciamos y nos desenvolvemos frente a un sismo o terremoto, determina en gran medida como se comportarán nuestros niños y niñas frente a una sacudida del terreno originada al interior de la tierra. De allí que,  con pequeñas acciones como las descritas anteriormente,  podemos aportar al bienestar de nuestros hijos e hijas", aconseja la gerente general de Fundación Mi Casa.