La Agencia Europea del Espacio (ESA) presentó uno de los proyectos con más perpectiva y posibilidades de ser llevado a la realidad, y tiene directa relación con la instalación de una futura base en la luna.

La idea es aprovechar los recursos disponibles en el lugar y abaratar los altos costos que implicaría llevar todos los materiales y personal especializado a la Luna, por lo que en teoría, la mejor solución sería utilizar impresoras 3D en forma de robots. Según sus creadores, las máquinas 3D actuales imprimen a unos dos metros por hora, aunque las próximas generaciones lo harán a 3,5 metros por hora. Esto, es suficiente para construir un edificio entero en una semana.

A través de este método es posible mezclar el óxido de magnesio con polvo lunar para generar una base y luego de agregar otros componentes, obtener una estructura que se acomode a las necesidades del diseño, además de ser firme -similar al concreto- y liviana.

Para ello, la ESA decidió proyectar los trabajos junto a la firma de arquitectos Foster + Partners, y ya tienen los primeros conceptos, en donde es posible visualizar una cúpula inflable situada en el polo sur de la Luna que albergaría a los trabajadores, científicos e ingenieros que deseen desarrollar su labor. Las paredes de la estructura son resistentes a cambios de temperatura, pequeñas piedras y meteoritos, e incluso protegen de la radiación a sus habitantes.

Tanto la ESA, como la firma de arquitectos afirmaron que ya están trabajando en el proyecto para llevarlo a la realidad a corto plazo.