SEÑOR DIRECTOR

Desde hace 33 años que he sido testigo privilegiado como psiquiatra especialista en adicciones de la evolución del consumo de drogas en niños, niñas y adolescentes en Chile. Nunca imagine que el consumo se transformaría en un hecho tan normal y prevalente,  que 1 de cada 2 escolares consumieran alcohol o marihuana con riesgo para su salud y que el primer paso para iniciar un programa de prevención fuera el control policial y la rehabilitación.

Nosotros, los padres, los colegios y las autoridades fallamos y necesitamos enfrentar el problema del alcohol,  la marihuana y otras sustancias no con la guerra policial y  aterrorizar con los daños,  sino con la evidencia científica de los programas que sí funcionan, y que involucran y comprometen a los padres y a los colegios por ser ellos la principal barrera para prevenir el consumo.

 Rolando Chandía Ramos