Ayer se llevó a cabo el esquí de fondo femenino de 10 kilómetros en estilo clásico. Pero lo que llamó más la atención de la prueba no fueron las atletas ni lo difícil y duro de la competencia, sino que la vestimenta de las damas: ropa ligera, con trajes de manga corta o derechamente sin mangas. Y es que tras la serie de problemas que tuvo la organización de Sochi previo a los Juegos -que incluyeron amenazas terroristas y polémicas por la legislación rusa anti homosexual- ahora es el calor el que está trayendo dolores de cabeza a la organización de los JJ.OO.

Ayer el calor llegó a los 16 grados y ya son seis días consecutivos en que los termómetros marcan altas temperaturas. Se espera que recién bajen desde mañana.


Cambio de programación

Debido al calor, el súper combinado en esquí alpino tuvo que ser adelantado ayer una hora.

Henrik von Appen, quien participa mañana en dicha prueba junto a Eugenio Claro, aseguró que "lo que pasa es que hay temperaturas muy altas, por lo que han cambiado las horas de partida, así que me he tenido que levantar cada vez más temprano, cerca de las 6.20, para estar en pista a eso de las 7.45 u 8 de la mañana". Hasta el momento, no se ha tenido que alterar la programación de otras competencias al aire libre, como el slopestyle y biatlón

No se alarman

Los organizadores de los Juegos no ven con preocupación el asunto. "Los deportes de invierno siempre pasan por esto. Hay suficiente nieve en las pistas, hay mucha desde las fiestas de fin de año y durará. No creo que haya problemas", dijo el portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), Mark Adams. Aunque aseguró que igual el tema está siendo monitoreado: "Nos mantenemos con calma, pero estamos pendientes", agregó.

La organización de los Juegos Olímpicos de Sochi cuenta con una reserva de 450.000 centímetros cúbicos de nieve, que fueron guardados de inviernos anteriores, en caso de que sea necesario rellenar algunas pistas.

El problema, sin embargo, no ha dejado indiferente a nadie, ya que la ola de calor afecta directamente a las competiciones al aire libre, ablandando la nieve y aumentando el riesgo de accidentes.

Shaun White, medallista olímpico estadounidense de snowboard en Vancouver 2010 y Turín 2006, dijo que "la parte inferior plana (del halfpipe) está demasiado blanda, se hace muy pesado". En tanto, su compañero Danny Davis agregó que esto hace que las pruebas "se vuelvan un poco peligrosas".