SALVADOR SÁNCHEZ CERÉN, EL SALVADOR
Obtuvo el 50,1% de los votos, al frente del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Tiene 69 años y ocupaba la vicepresidencia del gobierno izquierdista salvadoreño liderado por Mauricio Funes. Cuando Funes fue electo en 2009, algunos lo relacionaron con la antigua guerrilla por presidir el FMLN. Sin embargo, nunca participó en el movimiento armado, a diferencia de Salvador Sánchez. El futuro Presidente de El Salvador es conocido por su 1,65 metros de estatura, pero también por sus encendidos discursos.
Alias “Leonel González”, fue uno de los cinco comandantes que encabezaron la guerrilla en los 80. Durante la guerra civil (1980-1992) murieron más de 75 mil personas y generó un retraso económico de dos décadas. Sánchez Cerén lideró las Fuerzas Populares de Liberación (FLP), que firmó la paz en 1992 con el gobierno derechista de Arena. Tras el acuerdo, supervisó la destrucción de las armas, ayudó en la legalización del FMLN y en 2000 fue electo diputado. Luego fue reelecto por dos períodos, hasta que en 2009 asumió su actual cargo. Un año antes publicó su autobiografía Con Sueños se escribe la vida, donde repasa su lucha revolucionaria. Ahora será Presidente y “comandante general” del Ejército al que alguna vez combatió.
DILMA ROUSSEFF, BRASIL
En 1964, cuando se produjo el Golpe Militar, la Presidenta brasileña tenía apenas 17 años y acababa de comenzar a estudiar Ciencias Sociales en Belo Horizonte. Rousseff inició su militancia en la Organización Revolucionaria Marxista Política Operaria (Polop). En medio de esas actividades conoció a Claudio Galeno, quien había estado preso y pronto se convirtió en su esposo. Luego, el Polop pasó a llamarse Comando de Liberación Nacional y el matrimonio pasó a la clandestinidad. Rousseff vivió en diversas ciudades y adoptó el seudónimo de “Wanda”, “Marina” o “Luiza”. Rousseff estuvo incluso en un campo de entrenamiento militar en Uruguay y coordinó y ejecutó acciones rebeldes.
Pero en enero de 1970 fue apresada y posteriormente interrogada durante 45 días, período en el cual fue torturada. Tras ser condenada por un tribunal militar, pasó casi tres años en la cárcel. Rousseff ha negado su presunta participación en acciones armadas y secuestros de manera directa. Sin embargo, la prensa brasileña mantiene sus dudas. Al ser liberada a fines de 1972, un militar le advirtió: “Si haces algo vas a morir con la boca llena de hormigas”. En 2012, documentos revelados por el diario O Estado de Minas, revelaron que Rousseff fue torturada en Minas Gerais y que recibió azotes, descargas eléctricas, ahogamientos y simulacros de fusilamiento. Incluso fue golpeada hasta que le arrancaron un diente. “Hay un lado que nos marca el resto de la vida”, ha dicho la Presidenta al referirse a aquella época.
JOSÉ MUJICA, URUGUAY
A mediados de los 50, “Pepe” Mujica fue cautivado por la figura de Enrique Erro, quien en esa época intentó crear un polo progresista dentro del Partido Nacional uruguayo (conservador). Erro fracasó en su idea y aquello acercó a Mujica a posturas más radicales, que lo llevaron a apoyar al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaro, grupo que realizó varios atentados y tomas en el país. A fines de la década siguiente, Mujica ingresó abiertamente a la guerrilla y en 1969 participó en la Toma de Pando, operación que incluyó el asalto a una comisaría, dos bancos y la central telefónica de esa ciudad. Todo, en apenas 20 minutos. Además de concretar una demostración de fuerza, la acción pretendía homenajear a Ernesto “Che” Guevara.
Mujica, además, escondió a tupamaros en su campo y fue detenido en cuatro ocasiones. También recibió seis impactos de bala y estuvo preso 14 años. Al dejar la prisión, en 1985, creó junto a ex compañeros de armas el Movimiento de Participación Popular, que en 1989 integró el Frente Amplio, la alianza de centroizquierda que lo llevó a la Presidencia en 2010. Sobre su pasado como guerrillero, Mujica ha dicho: “Soy un viejo que tiene unos cuantos años de cárcel, de tiros en el lomo, un tipo que se ha equivocado mucho, como su generación; medio terco, porfiado y que trata hasta donde puede de ser coherente con lo que piensa”.
DANIEL ORTEGA, NICARAGUA
Ha dicho que nunca ha dejado de ser un revolucionario, de ideales socialistas. Pero el Presidente nicaragüense ha cambiado. Al punto que en su fallida campaña presidencial de 2001 cambió los himnos guerrilleros y sandinistas por canciones de amor y paz, como Ojalá de Piero. Ortega recorrió un largo camino para llegar al poder, primero al mando del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), cuando derrocó a Anastasio Somoza en 1979 y luego cuando se reinventó y volvió a la Presidencia en 2007 tras sendas derrotas electorales (1990, 1996 y 2001). A comienzos de los 60 ingresó a estudiar derecho, pero abandonó su carrera para integrarse al Frente Sandinista en 1962. Una vez en la guerrilla, Ortega participó en los primeros ataques urbanos sandinistas y en 1965 ascendió a la Dirección Nacional del FSLN. Sus ex compañeros de armas han dicho que en esa época era retraído, callado, silencioso y reservado, pero muy activo en la lucha contra Somoza. Pero en 1967 fue capturado y su suerte cambió. Entonces pasó siete años en la cárcel y tras ser liberado partió al exilio a Cuba. En 1975 regresó a Nicaragua y realizó acciones en Honduras, Costa Rica y Panamá. Hasta que el frente entró en Managua para tomarse el Palacio Nacional en 1978. Poco después cayó Somoza y Ortega asumió el poder, que perdió en 1990 y recuperó en 2007. Recientemente, el Parlamento abrió las puertas para una eventual tercera reelección.