La mejor noticia de las últimas tres semanas para Golden State Warriors es que en la próxima gira por Oklahoma City y Dallas, Kevin Durant acompañará al equipo. No está claro si jugará. Ni siquiera se sabe si podrá vestirse de corto, pero su sola presencia en la banca ya es señal de alivio para el cuadro con el registro más destacado de la NBA.

Sucede que el 28 de febrero, el pivote Zaza Pachulia cayó sobre la pierna izquierda de KD, su compañero. Le provocó un desgarro en el ligamento colateral medio y una lesión ósea en la pierna y dejó helados a la franquicia y a sus fanáticos. Se pensó en que el alero, el mejor anotador de la escuadra (25,3 puntos por partido), se perdía el resto de la temporada. Y junto con ese temor, vino también la peor racha de los Warriors en toda la fase regular, con tres derrotas consecutivas.

El dominio total de Golden State peligró. De hecho, San Antonio Spurs hoy está a sólo tres triunfos de igualar el récord del elenco de Oakland. Sin Durant, los Warriors llevan un registro de cuatro triunfos y cinco reveses. Y eso que con su victoria del sábado sobre los Bucks (117-92) fue la tercera en fila. Es que pese a que en 2015 obtuvieron el cuarto título de su historia, sin Durant, el jugador de 2,06 se ha vuelto demasiado influyente en su primera campaña con los colores de los guerreros.

KD quiere su primer anillo. Ni siquiera le lesión le impidió dejar los entrenamientos. Siguió practicando su lanzamiento, desde una silla, como ejemplo de este deseo. "Lo he visto hacer disparos (...) Lo he visto pasar de sentarse en una silla de tiro, a la parada de tiro y ahora de salto de tiro, por lo que claramente está haciendo el progreso", destacó Steve Kerr, el entrenador de los Warriors.

En su ausencia de Durant, Stephen Curry y Klay Thompson han vuelto a ser la dupla dominante del equipo, especialmente con sus tiros desde el perímetro (Curry encestó seis triples en la última victoria).

Poco a poco, las cosas se reequilibran en la franquicia. En el juego, eso sí, porque el camarín las cosas no parecen tan tranquilas. Ethan Strauss, periodista de ESPN que sigue a diario a Golden State, hizo la denuncia el viernes: "Hay un jugador en concreto que siempre me dice lo mismo. No puedo decir quién es, pero siempre dice: 'Tenemos problemas y no se trata de baloncesto'", aseguró el profesional de la cadena estadounidense.

Se habla de roces entre el alero fuerte Draymond Green (líder espiritual de la plantilla) y el entrenador Kerr. Se dice que sus estrellas (salvo Durant) juegan sin hambre. Se dice también que el equipo completo lamenta la partida de Luke Walton (ex asistente técnico) a Los Angeles Lakers. Se comenta mucho sobre los Warriors, pero esas palabras perderán sentido si los californianos terminan siendo campeones. Por números, al menos, Golden State camina firme en esa dirección.