Pasadas las 10 de la mañana, con lentes de sol y muy seguros, tres hombres caminaron por la calle Pedro Montt, donde se ubica el Penal Capitán Yáber y están recluidos seis imputados por delitos tributarios y soborno, en el marco del caso Penta.

Los visitantes eran tres empresarios: Leonidas Vial, accionista de la corredora LarraínVial; Eduardo Fernández León, controlador de Banmédica, y el empresario José Antonio Garcés Silva, socio de Embotelladora Andina.

En la puerta contigua al recinto, donde están los imputados, anunciaron que iban a visitar a Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, dueños del grupo Penta. Los gendarmes les advirtieron que no podían entrar pues no estaban registrados (enrolados, en jerga judicial). En un breve diálogo, Vial preguntó a un gendarme: "¿Y no hay cómo dejarle una tarjeta, ni nada?", a lo que el custodio respondió con una negativa. Se fueron raudos y tras la consulta de la prensa sobre si se iban a registrar para verlos, Vial respondió: "Así es". Antes se informaron que las visitas están permitidas martes, jueves y domingo.

Los amigos de Délano y Lavín son Leonidas Vial, accionista minoritario de Colo-Colo, controlador de CIC y dueño del 38% de la corredora, quien también tuvo un complejo 2014: fue multado por la Superintendencia de Valores y Seguros por US$ 20 millones por el caso cascadas. Lo acompañó el ingeniero comercial Eduardo Fernández León, dueño de Desarrollo Inmobiliario FFV, controlador de Banmédica junto al grupo Penta (cada grupo tiene el 28,7% de las acciones) y socio de Consorcio Financiero.

Junto a ellos acudió José Antonio Garcés Silva, también accionista, junto a Fernández León, del grupo Consorcio y socio de Embotelladora Andina y de la Viña Garcés Silva.

Solidario

También llegó a Capitán Yáber un político. El ex senador por Atacama y director del Instituto Libertad, Ignacio Pérez Walker (RN), quien apareció a las 8.45 horas. Con su carnet en la mano dijo que era abogado e iba a ver a Délano, su amigo desde hace 50 años. Gendarmería tampoco lo dejó ingresar, pues no era jornada de visitas. Pérez iba preparado: guardó las llaves de su jeep en el local "Al Paso" por $ 1.000 y se sacó el sweater negro, prenda no permitida dentro del penal.

Ayer sólo se autorizó el ingreso de los abogados de los imputados. Un tanto molesto, el ex parlamentario espetó: "Esto me parece excesivo: son tan garantistas con unos y tan poco garantistas con otros". Destacó que Délano "fue presidente de la Teletón, daba cuatro millones de dólares" y que tras el terremoto colaboró a levantar "unas 300 y tantas escuelas". Pérez sí pudo dejarle una tarjeta a los imputados con un hombre que fue a visitar a otro interno.

"Muy tranquilos"

La mañana avanzó y 10 minutos antes del mediodía -hora en que finaliza el periodo de visitas-, llegaron los abogados de Délano y Lavín, Julián López e Iván Harasic, con bolsos deportivos negros y periódicos para los reclusos. Sin embargo, debieron abandonar el lugar y no les pudieron dejar parte de las pertenencias. López volvió por la tarde a dialogar con sus clientes. A la salida declaró que los empresarios están "muy tranquilos y confiados en el desarrollo del proceso". Sobre la apelación presentada para revertir el dictamen del juez de garantía, el defensor afirmó que "esperamos que se dicten resoluciones ajustadas a derecho".

Por su parte, el ex gerente de Penta, Hugo Bravo, testigo clave del Ministerio Público en el caso, permaneció internado en el hospital del recinto penitenciario con un tratamiento a su diabetes, hipertensión y depresión (ver recuadro).

Protocolo

Gendarmería, a cargo de los reclusos de Capitán Yáber, salió a aclarar que no existen comodidades distintas a la de otros internos: no poseen mesa de pool, ni televisión por cable y existe una cancha de fútbol donde pueden caminar. "No hay ningún privilegio”, aseveró el director regional Metropolitano, Carlos Muñoz.

Sobre las tareas que se deben realizar en el lugar, el uniformado dijo que se levantan a las 8 horas y luego, deben asear de sus piezas, lo que es revisado por la institución. Después se les da una colación entre las 10 y 11 horas, mientras que el almuerzo es las 13 horas.

Posteriormente se organiza una hora de patio y después viene otra comida a las 16.00 horas. En el lugar hay una capellanía católica y uno evangélico que se pueden visitar con autorización.

Bravo seguirá hospitalizado por problemas de salud

Estable pero sometido a exámenes y medicación pasó la primera jornada en el hospital penitenciario, el ex gerente de Penta, Hugo Bravo, quien está con prisión preventiva tras ser formalizado. El ejecutivo permanecerá en el centro de salud por indicación médica.

Así lo aseguró el director metropolitano de la institución, coronel Carlos Muñoz, quien dijo que "de acuerdo a indicación médica debe permanecer hospitalizado, abocado más que nada a las enfermedades de hipertensión, diabetes y el estado depresivo que traía él antes de caer en prisión preventiva".

Ayer fue sometido a un electrocardiograma y un chequeo de glicemia. También fue atendido por el equipo multidisciplinario que incluye apoyo sicológico.