El 41% de las personas admite haber modificado sus hábitos alimenticios tras la nueva Ley de Etiquetado de Alimentos. Así lo revela la encuesta realizada por el Centro de Investigación In Situ Chile, que consultó la opinión a 406 consumidores para conocer su conducta, a tres meses de vigencia de la regulación.

Quienes reconocen un cambio en sus hábitos dicen, mayoritariamente, haber reducido el consumo de productos que llevan el signo "alto en" y que alerta el exceso de azúcar, sodio, calorías y grasas saturadas. Le siguen quienes afirman sustituirlos por otros con menos advertencias (46%) y quienes optan por alimentos que no lleven ninguna (26%). Mientras, el 14% dice que ha preferido no consumir productos con la etiqueta negra.

Además, el 63% de las personas considera que la presencia y cantidad de etiquetas es relevante o muy relevante a la hora de comprar un producto. Por otro lado, un 37% opina que la advertencia tiene poca o nada de importancia en su decisión.

"Con esto se ve que la ley ha servido para informar a la gente, dado que un 41% ha modificado sus hábitos alimenticios a partir de ella", dice Juan Pablo Arriagada, investigador de In Situ Chile.

Logotipos

En cuanto a los logotipos, el que advierte el exceso de grasas saturadas aparece como el más relevante para la decisión de compra (37%), seguido por el que alerta el "alto en azúcares" (30%), "alto en calorías" (17%) y "alto en sodio" (16%).

El 74% de los encuestados valora que los productos con elevado contenido de nutrientes críticos no se vendan el colegio y el 67% respalda que se restrinja la publicidad a menores de 14 años.

"Variados estudios están demostrando que hay más conocimiento de parte de la ciudadanía y que el etiquetado ha influido en sus decisiones. Eso es un éxito, que esperamos se traduzca en mejoras de la alimentación y en la detención de la obesidad a largo plazo", dijo el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows.