Las llamadas durante el fin de semana fueron incesantes. Felipe Bulnes, el abogado, ex ministro y representante de Chile ante La Haya, intentó hasta último minuto lograr un acuerdo para alcanzar la más compleja exigencia de Bitran: que Ponce perdiera el control de SQM. Pero hasta la mañana de ayer no logró que su contraparte, Sebastián Oddó, abogado de las cascadas, diera señales concretas de que Ponce hiciera viable un acuerdo, con lo que esta negociación paralela, al igual que la conciliación en el juicio arbitral, se dio por concluida ayer mismo.

En todo caso, el rol de Bulnes terminó sólo en lo formal. Esto, porque según fuentes bien informadas, aún cuando ayer terminó el período de conciliación, "las negociaciones entre ambas partes siguen activas", agregando que "nada evita que las partes puedan llegar a acuerdo cuando quieran". La misma fuente agregó: "Me parece ingenuo creer que terminaron las negociaciones".

Bulnes había sido contratado por la Corfo hace unos dos meses para explorar vías de acercamiento con el controlador indirecto de SQM, y aunque a veces había señales de que lo lograría, nunca pudo dar con el compromiso firmado de Ponce, y sobre todo cumplir con ello antes de ayer, para incluirlo como parte de la conciliación.

Incluso, La Segunda este lunes dijo que Ponce estaba dispuesto a romper el acuerdo de acción conjunta que tiene con la japonesa Kowa desde 2006, y a través de la cual controla la firma. Sin embargo, esa versión fue descartada tanto por fuentes de Corfo como de las cascadas. Es más, en la sesión de conciliación de ayer se exploró si eso era una propuesta real, pero Patricio de Solminihac dejó claro, como lo ha dicho desde el principio, que la compañía no puede asegurar que un accionista deje de controlar la compañía. Esa, de hecho, es la principal tesis de SQM en el juicio y por el cual cree que ganarán.

Esa versión, hizo que el lunes las acciones de SQM subieran 2,14% y fuera la acción más transada en la Bolsa de Comercio de Santiago, con más de US$ 15 millones de negocios en la jornada.

La pérdida de control

Este lunes, durante la conferencia de prensa, Bitran fue mucho más explícito en cómo quiere que Ponce pierda el control.

"Corfo ha insistido en producir una mejora significativa en el gobierno corporativo de Soquimich, ya que se produjeron infracciones muy graves al contrato. En este contexto, no es sostenible transar el juicio sin generar las garantías y protecciones básicas que se están exigiendo en este ámbito", dijo y agregó más en detalle que la forma de dar garantías de pérdidas de control era que se perdiera el voto dirimente del presidente, con lo cual se modificaría la estructura de control de la sociedad. "Esta propuesta no fue aceptada", recalcó Bitran.

En todo caso, fuentes confirmaron que se sigue analizando si esa exigencia puede llevarse a cabo.