El fenómeno Madonna no sólo golpea a Chile sino a todo el mundo y los fans parecen desarrollar un patrón común: locura desatada por conseguir tickets para sus conciertos, filas interminables, gente durmiendo en las afueras de las boleterías, seguidores maquillados al estilo de la reina del pop. Incluso en agosto pasado un concierto de la diva obligó a suspender un partido de la Bundesliga, la razón fue que el césped del estadio del Frankfurt estaba destruido.

En el país muchos se gastaron todos sus ahorros y otros renunciaron a sus trabajos para tener un lugar en el "Sticky & Sweet Tour".

El fervor por Madonna se explica porque es primera vez que un símbolo de la cultura global se presenta en Chile y por lo tanto identifica a dos generaciones.

"Ha logrado representar a distintas generaciones, en sus deseos, necesidades. Por eso hay tanta identidad con ella desde distintos tipos de grupos y edades", dijo a latercera.com. el antropólogo de la Universidad Central, Osvaldo Torres.

A juicio del experto, Madonna representa "la rebeldía en los ochenta, el empoderamiento de las mujeres respecto de una sociedad conservadora como la norteamericana en los años de Reagan, de Bush padre, de Margaret Tatcher. Ella en los ochenta rompió los cánones de lo que era ser políticamente correcto, en los noventa volvió a romper esa normalidad de lo que debe ser un cantante del sistema y en los 2000 se dio un beso lésbico con la Britney Spears".

Respecto a los dichos del cardenal Jorge Medina quien aseguró que la visita de Madonna produce una "desfachatez increíble, un entusiasmo loco, que es el entusiasmo de lujuria", Torres manifestó que dicho argumento "expresa lo más conservador y reaccionario de la cultura de cierta élite chilena  que no comprende los cambios que han habido en el mundo y en el país, son los mismos que se opusieron a la venida de Iron Maiden en los 90 y este grupo se ríe hasta el día de hoy de los chilenos".

Agregó que las palabras de Medina son la contra cara de lo que expresa la cantante, "pues ella se rió de la virginidad de las mujeres, de determinadas formas de representarse la religión.Y si uno  establece una cierta comparación guardando las proporciones, la peregrinación a Lo Vásquez tiene tantos sacrificios, que para alguien que no es católico le resulta casi incomprensible".

En el mundo pos moderno, asegura el experto, Madonna representa un ícono "de lo que uno quiere encontrar en ella, entonces los jóvenes encontrarán en ella el rupturismo, cierta capacidad de contestación, otros verán  en ella la posibilidad de no ser discriminados por su opción sexual, otros verán en ella la capacidad permanente de transformación individual construyendo distintas identidad sobre la base de un mismo nombre y persona".