Franz Anton Stapf fue un fotógrafo y simpatizante de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, incluso luchó junto al Ejército alemán en el Frente Oriental y sus fotografías fueron publicadas en la prensa en ese entonces.

Sin embargo, su nombre aparece en el monumento dedicado a los judíos en el Hollandsche Schouwburg, un antiguo teatro de la capital holandesa que hoy es un museo y en Yad Vashem, el Centro Mundial para el Recuerdo del Holocausto, en Jerusalén.

Esta confusión desconcertó a muchos e investigaciones recientes permitieron concluir que en 1960 el fotógrafo habría desaparecido en el Holocausto. Pero ahora que el error está corregido, sus imágenes están en exhibición y muestran la vida cotidiana y la resistencia en Amsterdam entre los años 40 y 50.

"En 1950, el expediente de Stapf rezaba terminado, lo que pudo interpretarse en la posguerra como desaparecido o muerto. Una década después, se elaboró una lista oficial para homenajear a los judíos muertos, con unos 100.000 nombres por cotejar, entre ellos el suyo. Aunque se indagó en su pasado, no se encontró nada. De modo que cerraron el caso", dice Erik Somers, investigador del Instituto para el Estudio de la Guerra, el Holocausto y el Genocidio a El País.

Nacido en Frankfurt, Alemania, pero instalado en Amsterdam, se dedicó a capturar la vida urbana de la ciudad. Sin embargo, su trabajo no reflejó su ideología política hasta 1941 "cuando se pone el uniforme del ocupante y su ojo profesional cambia", dice Somers a el medio español.

"Sabemos que se unió a las tropas nazis en 1941 y regresó a Ámsterdam, herido, en 1943. Una vez curado, marchó de nuevo a luchar a Rusia y Polonia. En 1944 es dado por desaparecido, pero suponemos que su esposa, hijos y hermana regresaron a Alemania sin daños", concluye el investigador.