Los más de 350 millones de fumadores chinos se enfrentan a la posibilidad de pasar cinco días entre rejas si violan la prohibición de fumar en el interior de edificios públicos o en zonas con riesgo de incendios, informó hoy Radio Internacional de China (CRI).

La nueva medida, dictada por el Ministerio de Seguridad Pública, ha sido calificada por algunos medios de comunicación de "draconiana" en el país con el mayor número de fumadores del mundo y forma parte de la campaña de normas de seguridad puestas en marcha por el Gobierno con motivo del 60 aniversario de la República Popular, el 1 de octubre.

PRIMER ENCARCELADO
El diario "Chongqing Evening News" informó de la primera víctima del castigo, un hombre de 56 años fue encarcelado el domingo por fumar en un centro comercial considerado una zona de alto riesgo de incendios por los bomberos locales.

El castigo de este fumador ha sido ejemplar, señaló a la prensa un bombero local, pues sirve de alerta contra otros adictos que fuman en el centro, lleno de materiales inflamables y con escasas medidas antiincendios que, sin embargo, carece de signos de prohibición de fumar.

Según publica hoy el diario "South China Morning Post", el hijo del encarcelado se ha quejado de la dureza del castigo, y cree que hubiera sido más acertada una multa, ya que su padre "no opuso resistencia a la policía" ni causó daños.

AMBIENTE SEGURO
La medida fue lanzada por el departamento de incendios del Buró de Seguridad Pública el mes pasado, cuando su director, Chen Weiming, anunció el 20 de agosto la campaña de 50 días para preparar "un ambiente seguro" con vistas a las celebraciones nacionales.

Las infracciones que pueden ser penadas con 5 días de detención incluyen encender un cigarro en lugares con riesgo de fuego o explosiones, como gasolineras, centros comerciales y restaurantes; o fumar en una oficina pública o en los lugares que acogerán las celebraciones por el aniversario.

Según la Asociación China para el Control del Tabaco, un 30 por ciento de los chinos mayores de 15 años, o 350 millones, son fumadores, y el país asiático es el mayor productor y consumidor de cigarrillos del mundo.