Gabriel Boric no es de Revolución Democrática. Pero si lo fuese, quizás no podría haber sido candidato a diputado, porque Gabriel Boric tiene historias con la ley: lo pillaron robándose una promo en el supermercado, otra vez haciendo rayados políticos en la calle y otras tantas fue detenido en protestas. Una hoja que los estándares de RD difícilmente aprobarían.

Pero no. Boric es del Movimiento Autonomista, y a diferencia de sus socios del Frente Amplio, que esta semana han protagonizado el episodio más polémico en sus seis meses de vida, él sostiene que "la política no puede ser una iglesia y en eso no podemos pretender que todos sean un espejo de lo que nosotros creemos ser, porque muchas veces tampoco lo somos".

No quiere Boric abrir una polémica con RD, menos con el padre de ese partido, su amigo Giorgio Jackson, el principal afectado por la crisis frenteamplista. Una crisis que se desató luego de que la mesa electoral del Frente Amplio vetara a Alberto Mayol como candidato a diputado, argumentando conductas machistas y hostigamientos a otra candidata del partido de Giorgio. En eso, la presidenciable del pacto, Beatriz Sánchez, apoyó férreamente la condena a Mayol, para luego retractarse y pedir una solución a los dirigentes frenteamplistas. Algo parecido hizo el Movimiento Autonomista, al que pertenece Boric: si bien su secretaria general aprobó el veto a Mayol, horas más tarde se retractaron de la forma en que sucedieron los hechos.

Boric, quien junto a Giorgio son los rostros del FA, guardó silencio. Hoy dice que la responsabilidad de la crisis son compartidas y que él "podría haber colaborado en haber hecho esto con un poco menos de ansiedad, en poner paños fríos sobre una decisión, en ayudar a ponderar los costos de una decisión que no se sostenía en el tiempo públicamente, que es el veto".

¿Cuál es su evaluación del episodio?

Ha sido una crisis difícil de la que tenemos que sacar muchas lecciones y aprendizajes. Tenemos que demostrar que el Frente Amplio puede resolver los problemas, que es un requisito mínimo para gobernar un país. Vamos a tener otras crisis en el futuro, pero el que se haya amplificado a este nivel demuestra que hemos cometido una serie de errores que de haber actuado con más prudencia y mayor previsión se podrían haber evitado.

¿Y a qué se atribuyen esos errores?

En primer lugar, el no haber sido lo suficientemente claros de que las decisiones al interior de una coalición como el Frente Amplio se tienen que tomar siempre en colectivo y no mediante anuncios unilaterales. En segundo lugar, el que cuando estalla una crisis, uno no puede actuar bajo los efectos de la ansiedad ni las declaraciones cruzadas por redes sociales o medios de comunicación.

A mí me gusta la política que es predecible. Las sorpresas son para los cumpleaños, las películas y el amor, pero no para la política. La política debe tener un grado importante de predictibilidad y eso funciona cuando se discuten las cosas en colectivo. Dicho esto, yo no quiero hablar desde fuera del problema; todos somos parte, algunos con mayores responsabilidades que otros. Pero no vengo a dar lecciones desde arriba, sino que a tratar de contribuir a buscar una solución.

"Dentro de RD hay sectores que tienen una visión más cercana a una alianza con la centroizquierda".

Usted dice "dar lecciones desde arriba", y uno de los análisis que se hacen tiene que ver con esta suerte de superioridad moral que el FA proyecta. ¿Será que esta idea de reinventar la política les pasó la cuenta?

Como decía Buenaventura Durruti, "todos llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones", pero eso no significa que ese mundo nuevo parta con nosotros. Cualquier pretensión de creer que la historia parte con el Frente Amplio o con el 2011 es un error en que no podemos caer. No creo que haya una virtud particular en la juventud. Ahora, eso no puede implicar que se difuminen los juicios éticos de ciertas prácticas que sí nos parecen condenables, como el financiamiento de la política por parte de las empresas.

Por lo tanto, la crítica a la pretendida superioridad moral no puede implicar que no se cuestionen éticamente algunas prácticas que sí son condenables. Lo que sí, nosotros no somos mejores ni peores por ser más jóvenes, ni más nuevos.

En esta pasada, ¿la juventud les pasó la cuenta?

Hay algo de inexperiencia. En 1992, Piñera debe haber tenido 35 años y el señor Claro, 60, y dieron un show o polémica bastante parecida. El problema no es la edad, sino que cuando se comete un error no hay que agravarlo; hay que detenerse, tener prudencia, reflexionar y no empezar con la serie de guerrilla de declaraciones y de profecía autocumplida.

¿Y por qué se llega finalmente a eso?

Hubo una vorágine en que todos creímos que esto se podía resolver más fácil y no se dimensionó la gravedad desde un principio. La primera gravedad del problema es que Alberto, cuyo liderazgo respeto, creyó que podía imponer sus condiciones de candidatura donde quisiera a toda una coalición que había estado trabajando meses en ella. Había habido discusiones en otros distritos, pero son propios de las dificultades de un diseño electoral, pero una polémica de estas características era evitable y me parece que ahí el principal responsable es Alberto.

¿Y no Giorgio Jackson?

A Giorgio se le ha atribuido una responsabilidad totalmente injusta. Él jamás se ha negado a competir, Giorgio no actúa como caudillo y me consta que es muy respetuoso de las decisiones colectivas. Se fue viendo involucrado en una polémica de la que ha sido muy difícil salir, porque Alberto ganó una batalla comunicacional de forma muy hábil. Pero acá el problema no es de Giorgio ni de Alberto como dos entes que se oponen por la conducción del Frente Amplio. Es un problema del Frente Amplio a partir de ciertas actitudes de Alberto y que después nosotros contribuimos a agravar.

Pero siempre hubo una tensión entre Jackson y Mayol. Esta es la gota que rebasó el vaso. Para la primaria, Mayol hablaba de la existencia de una izquierda light dentro del FA...

Hay que distinguir dos planos: uno es el plano legítimo, necesario y deseable de la discusión de tesis política al interior de una organización. El Frente Amplio no es un espacio homogéneo, hay varias tesis en juego, y ahí tenemos que aprender a tener una cultura de debate que en un marco de fraternidad sea capaz de plantear las diferencias de manera sustantiva. Hay, por ejemplo, un debate respecto de cómo se concilia la amplitud necesaria para ser mayoría con la radicalidad de las propuestas que queremos proponerle a Chile para transformar ciertas estructuras básicas del modelo. Esa no es una discusión sencilla y la vamos a dar fuertemente al interior de la coalición. Lo que no está bien es cuando cruzamos a las acusaciones personales, a las intimidaciones, las declaraciones de guerra, y eso termina en vetos que no son entendibles para la misma gente que respalda el Frente Amplio. Si no somos capaces de construir una coalición en términos de fraternidad dentro de las diferencias, vamos a terminar convirtiéndonos en muchas de las cosas que hemos criticado.

La propia candidata presidencial contribuyó también a agravar la crisis.

Beatriz tiene una tremenda vocación de trabajo en colectivo y lo que hizo fue respaldar la decisión que había tomado la mesa. Cuando se dimensiona el problema que había tenido esa decisión, ella le exige al Frente Amplio que se reúna y lo solucione. Eso es algo que admiro de su liderazgo, que está siempre dispuesta a hacerlo colectivamente.

" Hay otros que creemos que lo que es necesario es crear una fuerza que tenga plena autonomía de lo que representa la Nueva Mayoría".

Pero un líder también debería actuar con mayor prudencia. Ella se sumó en el acto a la acusación de machismo por parte de Mayol.

Esto es parte del aprendizaje de todos. Yo respaldo incondicionalmente la candidatura de Beatriz. Creo que la calificación de machista, de agresión machista del audio de Mayol es desproporcionada y creo que, por lo mismo, ante un tema que para la misma Beatriz es tan sensible y que ha defendido con tanta fuerza, ha sido complicado. Creo que hay un tono amenazante en el marco de una discusión política con ciertas actitudes que no corresponden, pero no me parece que constituyan una declaración machista. Por eso, hay que tener cuidado con el calificativo de los hechos que finalmente termina agravando la situación y haciéndola más altisonante en la prensa, porque incluye una nueva variante y se enredan más las cosas.

¿Por qué crees que la gente le agarró tanta mala a Giorgio Jackson? Twitter, que era un público cautivo del FA, se dio vuelta.

Las redes sociales me sorprenden mucho a veces. Me pregunto si la gente que tiene la facilidad de insultar con mucha vehemencia estaría dispuesta a hacerlo en una conversación en persona. A mí me ha tocado también, porque entiendo que por la posición que ocupo hoy día tengo que estar permanentemente sometido al escrutinio público, y está bien que así sea. Pero es muy sorprendente la fragilidad de los apoyos. La opinión pública, en general, se ha transformado en una jauría que pasa de un tema a otro, lo agarra, lo despedaza y después lo deja tirado en el olvido. Hoy día es el Frente Amplio, mañana va a ser una cosa que diga Piñera. Entonces, el deber de quienes estamos en política es tener opinión, pero no ceder a la ansiedad de dar cualquier opinión.

¿No será que cuando ustedes se caen les pegan más duro por esta percepción de que se creen iluminados?

Es un tremendo error en política cuando dicen esto es una persecución. Vamos a tener que, a partir de nuestras acciones, resarcir el daño público causado. Estamos en este momento con Guillier palmo a palmo peleando el paso a la segunda vuelta; esto va a traer unos costos para el Frente Amplio y vamos a tener tres meses para recuperarlo, pero lo vamos a lograr.

Cuando la DC estuvo en crisis, y en específico cuando se ratificó en la junta la candidatura de Ricardo Rincón, usted criticó a ese partido y dijo que ahí valían más los cálculos electorales que los principios. Acá, en el fondo, el Frente Amplio también cayó en una rencilla pequeña...

Y es el riesgo que corre el Frente Amplio en forma permanente. En una cosa más dentro de la misma cancha. Nuestras diferencias tienen que estar dadas por el contenido de las ideas, las prácticas políticas mediante las cuales lo hacemos. Y esto ha sido un aprendizaje de lo que no tenemos que hacer, porque siempre corremos el riesgo de transformarnos en lo que hemos criticado. Es muy importante tener un diálogo intergeneracional. Hay un vacío entre mi generación y la anterior que está medio hundida en los jefes de gabinete, los Peñailillo, los operadores, etc. A mí me interesa mucho tener un diálogo con la generación de (Jaime) Gazmuri...

¿Lagos?

Lagos por supuesto. Luis Maira, me hubiese encantado conversar con la María Elena Carrera, con la Gladys Marín. Tenemos mucho que aprender de ahí, hay muchos errores que ya se cometieron.

¿Cómo han sido las conversaciones entre usted y Jackson estos días?

Hemos conversado esto en términos políticos y en términos humanos también, y lo vamos a seguir haciendo. La incondicionalidad no es obsecuencia, pero creo que en esta pasada, a diferencia de lo que se ha instalado, no es Giorgio el responsable. Esto es un problema mucho más intenso de Mayol con el Frente Amplio que de Giorgio con Mayol.

Mayol tiene diferencias ideológicas importantes con un sector del Frente Amplio. A RD le enrostra su relación con la Nueva Mayoría y que a Giorgio le dieron el cupo en Santiago. ¿Es esa la diferencia de fondo?

Es una de las diferencias, y ahí hay una tesis política interesante en disputa. Nosotros tuvimos una diferencia política con RD respecto de su postura de colaboración crítica con el gobierno de Bachelet, y el Frente Amplio empieza a cuajar cuando ellos finalmente deciden dar un paso al lado. Nosotros nunca creímos que en la Nueva Mayoría hubiese una convicción transformadora y una autonomía respecto de los poderes fácticos de este país. Por lo tanto, siempre marcamos una diferencia y con críticas políticas a lo que representaba la Nueva Mayoría. Revolución Democrática tenía una tesis diferente legítima. Hoy día no la hay.

Efectivamente, dentro de RD hay sectores que tienen una visión más cercana a una alianza con la centroizquierda. Hay otros que creemos que lo que es necesario es crear una fuerza que tenga plena autonomía de lo que representa la Nueva Mayoría, y que ese proyecto sea mayoría. Eso se va a demorar, llevamos seis meses, no hay que subirnos los humos con eso. Esa es una tesis política que está en disputa al interior del FA.

Por qué, entonces, hay una pugna tan fuerte entre Mayol y Jackson? ¿Por lo "príncipes" que son en RD?

No sé, no me corresponde hablar de eso. La subjetividades de Alberto hay que preguntársela a él. Lo que yo si sé, es que espero que después de todo esto podamos a hablar de los temas que nos importan. No podemos seguir pegados en el distrito 10.

¿Qué va a hacer el FA si Beatriz Sánchez no pasa a segunda vuelta?

Creemos que vamos a pasar a segunda vuelta y vamos a disputar para ganarle a la derecha. En la eventualidad de que no pase, creemos que hay que realizar un plebiscito en las bases frenteamplistas, y en ese proceso, que es procedimental, cada fuerza política tiene que defender su tesis. La tesis del Movimiento Autonomista en esto es que no hay que apoyar a la Nueva Mayoría. Si del plebiscito sale un resultado que no es el que hayamos impulsado, lo que corresponde es, responsablemente, cumplir con el resultado.

Mayol planteó que él fue el primero en pedirle a Beatriz Sánchez que asumiera una candidatura. ¿No fueron usted y Jackson?

Es un error pensar que una persona por sí y ante sí pueda arrogarse la representación de toda una coalición, es un error. ¿Como se gestó? En las direcciones del Movimiento Autonomista y RD se nos mandató a Giorgio Jackson, Patricia Araya y a mí para ir a hablar con Beatriz Sánchez y plantearle esto. Beatriz quedó sorprendida y dijo que lo pensaría. Después tuvimos otra reunión con ella, a la cual vamos con los encargados programáticos del Frente Amplio para plantearle que estamos trabajando en un proyecto serio. Cuando ya dice que está disponible, lo que hicimos fue un plebiscito al interior de las organizaciones y ella es aprobada por amplia mayoría. Para entonces, Alberto Mayol ya estaba proclamado por la Nueva Democracia. Después, distintas organizaciones se van sumando a una de las dos candidaturas. Pero que nosotros hayamos perdido a Beatriz fue por una decisión colectiva.

¿No nace su candidatura como respuesta a la candidatura de Mayol?

No, no es en respuesta a eso. Había una decisión de trabajar una candidatura presidencial de mucho antes. No fue como: "¡Alberto Mayol! ¡Chucha! ¡Levantémosle a alguien!". No.

El viernes le hicieron una nueva oferta a mayol para que fuera candidato. ¿Espera que con esto se zanje el asunto?

Detrás de esta crisis coyuntural que hemos vivido como Frente Amplio y de la que sin duda tenemos mucho que aprender, subyace un desafío mucho más profundo, que es democratizar nuestras forma de construir, descentralizando las decisiones de la mesa nacional e incorporando en las definiciones a quienes se sienten convocados por este proyecto que no son militantes de partidos o movimientos, y que por lo demás son la amplia mayoría de nuestra base de apoyo. En definitiva, el problema de fondo no es ni Alberto Mayol, ni los cupos para una elección, sino si es que somos capaces de crear una coalición con un horizonte político común, heterogénea en su composición y democrática en sus formas de construcción.