Señor director:

Los conservadores solíamos ser quienes exigíamos más veracidad y menos desinformación en el ámbito público. La campaña de Donald Trump, con sus artilugios retóricos, ha puesto de pie a la tropa liberal que solía reírse de la idea de verdad, con un escepticismo suave y acomodado. Ahora son los liberales quienes corren a refugiarse de la temible "posverdad", de la irracionalidad y la desinformación. Algunos han sugerido veladamente alguna forma de censura o de autocensura (o "filtros") por parte de la prensa. Genial.

Para comenzar este camino de lucha por la verdad propongo un ejercicio: comparar las propuestas sobre inmigración de Donald Trump con las de Sebastián Piñera. Las del último me parecieron muy razonables, pero querría saber -sin desinformación, sin filtros- cuál de las dos es más restrictiva en las inmigraciones.

Cristóbal Orrego Sánchez

Abogado