Varias décadas antes de que la empresa Metro inaugurara su linea 5 en 1997, que une Baquedano con Bellavista de la Florida, existió en ese mismo trazado un ferrocarril que hacía el mismo recorrido y más: la Estación Pirque, ubicada en Plaza Italia, recibía a los pasajeros que viajaban desde Puente Alto y a los que se sumaban los viajeros que venían desde Argentina por el Cajón del Maipo. El viaje a Santiago demoraba solo 47 minutos. Era 1912 y la línea férrea bautizada como Llanos del Maipo, que funcionó entre 1893 y 1960, fue uno de los grandes avances de la modernización capitalina.

Sin embargo, el mismo desarrollo acabó con ella: la pavimentación de la Avenida Vicuña Mackenna dio paso al auge del uso del auto y la micro; además, los vecinos de Providencia nunca estuvieron felices con esta estación que dividía la ciudad en dos.

La Estación Pirque fue demolida en 1943 y de apoco el resto de la trama fue desmantelada; sólo quedan unas pocas imágenes que el Museo Histórico Nacional (MHN), en colaboración con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) desempolva ahora en la exposición Estado en Obras. La construcción de Chile, siglos XIX y XX, que reúne cerca de 70 fotografías, 30 objetos y 10 planimetrías sobre el desarrollo urbano de Santiago y otros lugares de Chile y el rol que ostentó en ese plan el Estado. Clave en estas iniciativas fue el gobierno del Presidente Balmaceda, quien creó en 1888 la Dirección de Obras Públicas con la idea de dar un orden al crecimiento de la capital y a la conexión con el resto del país.

La muestra, que cuenta con el archivo del MHN y del MOP, muy pocas veces exhibido, reúne imágenes como la transformación del cerro Santa Lucía en parque urbano, en 1880; del Puente Ferroviario sobre el río Maipo en 1860; el puente sobre el río Loa, en 1890; el Túnel el Arbol, en Pichilemu, en 1904; de la Biblioteca Nacional en 1914; la inauguración del Ferrocarril Trasandino en 1910, y el viaducto del Malleco en 1930, entre muchas otras.

Las imágenes se complementan con objetos de la época en torno a tres ejes de desarrollo: salud, construcción y arquitectura. Se exhiben, por ejemplo, las primeras calculadoras mecánicas y eléctricas que tuvo el Estado en 1920; un botiquín de madera de fines del siglo XIX y herramientas de topografía como niveles y reglas. Además se suma un álbum del MOP de 1910 que relata lo que se había construido hasta esa fecha y que en la muestra se puede revisar en digital a través de pantallas touch.

"Otros ejes importantes en la exposición son el centenario de Chile, que se celebró con la construcción de obras monumentales como el Museo de Bellas Artes, los Tribunales de Justicia y la Biblioteca Nacional, y el higienismo que fue una corriente que se dio en Europa y EEUU y que establecía normas de salubridad que mejoraron la calidad de vida de los chilenos", cuenta Carla Franceschini, co-curadora de la muestra junto al historiador Leonardo Mellado.

En este último punto existen imágenes de instituciones que también dejaron de existir debido a nuevas modernizaciones, como el Instituto de Higiene, el Desinfectorio Público y el Patronato Nacional de la Infancia Gota de Leche, todas de 1910.

Desde 2013 el museo, dirigido por Pablo Andrade, está trabajando en la renovación de su guión curatorial con la intención de reforzar temas que hasta ahora estaban siendo poco tratados u omitidos como el rol de la mujeres, la infancia, los pueblos originarios o el Golpe de Estado. "Toda la gestión que hace el museo gira en torno al nuevo guión curatorial. Desde los ejercicios de colección hasta las adquisiciones, cada investigación nos lleva a profundizar más en nuestros contenidos", dice Carla Franceschini.