Se conoce como la pieza musical más lenta y de mayor duración jamás efectuada. La obra para órgano ASLSP ( una abreviación de 'lo más lento posible' en inglés) fue escrita por el compositor estadounidense John Cage en 1987 y se considera una rarísima joya musical. Su principal característica es no tener una duración fija, por lo que cada intérprete puede definir cuál será el tiempo total. Por ejemplo, en una iglesia de Sajonia, Alemania, se está tocando desde 2001 una versión que aspira durar 639 años. En Chile, el Festival de Música Contemporánea UC reúne a 60 músicos que participan de una versión que durará 79 horas continuas, que comenzó ayer al medio día y terminara la noche del miércoles. "Es una experiencia artística. Cualquiera puede ir, sentarse y estar el tiempo que quiera empapándose de la obra", explica Tomás Koljatic, coordinador del evento. El festival que realiza conciertos de música contemporánea gratuitos en Campus Oriente y el GAM, fue fundado en 1991 por Alejandro Guarello "para ofrecer a la gente la oportunidad de conocer música distinta, nueva, que no tiene nada que ver con las temporadas oficiales de Bethoveen o de Brahms", explica. La 26° edición de este evento se extenderá hasta el miércoles y en su programación destacan el Concierto para piano de Ligeti interpretado por el Ensamble contemporáneo UC, que se realizará hoy en el GAM. "La obra de Ligeti es de una dificultad superlativa, es un orgullo que intérpretes chilenos aborden esta pieza", comenta Koljatic. Además sobresale el concierto que cerrará el festival en el mismo lugar, donde la Compañía de Música Contemporánea de la U. de Chile estrenará 4 obras inéditas de compositores nacionales, "este repertorio, que es parte del aservo musical de nuestro país, ha sido invisibilizado porque no tiene espacio ni en la programación radial ni en los conciertos", dice el coordinador. En total, 10 composiciones chilenas se estrenarán durante el festival. Por último, también se interpretarán piezas de los premios nacionales Miguel Letelier y León Schidlowsky.

Una tarea difícil

Guarello recuerda versiones pasadas del evento que fueron exitosas: "Hasta la edición 21 iba muchísima gente, hasta 800 personas diarias. Los conciertos se llenaban y vinieron grupos extranjeros famosos. El festival tuvo un boom que poco a poco se fue aplacando". Lo cierto es que hasta ese entonces, contaron cada año con apoyo financiero del Fondo de la música del CNCA, recursos que hace dos años dejaron de recibir.

"Ha sido muy doloroso por las razones que nos han dado: que esta música apunta a un público muy reducido", dice Koljatic, "Efectivamente, la escucha un segmento minoritario. Pero porque ha sido invisivilizada", agrega.

El coordinador del evento ve en este fenómeno varias causas: Por un lado, la tendencia mundial a preferir música popular, que apunta a ser exitosa y fácil de digerir. Por otro lado, que las orquestas pocas veces innovan en sus repertorios, repitiendo obras de compositores como Mozart o Bethoveen. Por último que los canales de difusión como la radio y la TV no fomentan la variedad de estilos musicales, dejando fuera, por ejemplo, a la música contemporánea.