Con la muerte de Steve Jobs, el mundo empezó a recordar la trayectoria que tuvo este emprendedor y la cantidad de industrias que revolucionó. Aunque Apple no fue su único emprendimiento de alto impacto, es casi la única empresa mencionada en el mundo como ejemplo emblemático de innovación. Pero hay más.

En mi opinión, hay varias compañías, algunas de mayor impacto y reconocimiento que otras, que están repensando la forma en que las cosas han funcionado.

AMAZON Y JEFF BEZOS
Todos conocemos a Amazon, la tienda en internet más grande del mundo. Fundada en 1994 por Jeff Bezos, al principio de la fiebre del oro de internet, su creador les advirtió a los inversionistas que la empresa iba a perder dinero al menos en sus primeros cinco años.

Eso la convirtió en un emblema de la "nueva economía", donde empresas nuevas que no generaban ganancias obtenían valorizaciones multimillonarias. La mayoría desapareció al poco tiempo, poniendo en duda la promesa de Jeff Bezos. Pero Amazon demostró lo contrario. Sobrevivió al reventón de la "burbuja puntocom" y logró generar ganancias en 2001. En esos años de incertidumbre, fue una de las primeras empresas en internet en demostrar que el potencial mercado era abordable. El 2010 anunció ventas por US$ 34.204 millones, con US$ 1.406 millones en utilidades. Muy, muy rentable.

Hasta hoy, todas las empresas de comercio electrónico y retailers tradicionales del mundo han tratado de competir con el servicio de Amazon, pero ninguna llega ni cerca. Es el ejemplo a seguir y la más imitada, por su constante innovación en el mundo del comercio. Muchas de sus prácticas hoy serían llamadas "Web 2.0", sin embargo Amazon viene aplicándolas desde la época de la "Web 1.0". Pero el comercio electrónico no es la única industria que Amazon y Bezos han revolucionado.

Famoso también es el Kindle, el lector de libros digitales más popular del mundo, superando a empresas como Sony y su vasta experiencia en esta industria. Si Apple revolucionó la música con el iPod, Amazon lo hizo con el Kindle e incluso la "tienda de libros más grande del mundo" vende hoy más libros digitales que físicos.

DYSON CON SIR JAMES DYSON
Cualquiera pensaría que no hay nada menos emocionante que una aspiradora, pero no para el británico Sir James Dyson, un inventor en el más clásico sentido de la palabra. Un gran ejemplo es su reinvención de la clásica carretilla. En 1971, Dyson se sintió frustrado que la carretilla que usaba en su casa para transportar materiales se hundía en el barro y era difícil de maniobrar con cargas pesadas. Después de varios prototipos, llegó a una solución brillante por su sencillez: usar una bola en vez de una rueda. Al tener mayor superficie, no se hundía en terrenos blandos, y al ser una pelota podía ser maniobrada con mayor facilidad, incluso sobre su propio eje. Así nació la "Ballbarrow" que le daría un premio a la innovación en 1977.

Luego enfocó su frustración en el funcionamiento de su aspiradora. Notaba que esta perdía succión a medida que se llenaba y se tapaba fácilmente con la suciedad que se supone debía recoger. Entre 1979 y 1984 diseñó 5.127 prototipos de una mejor aspiradora, pero no fue hasta 1992 que Dyson fundó su propia empresa para comercializar sus inventos. Trató de venderle la licencia de su aspiradora a Hoover, uno de los mayores fabricantes del mundo, pero su propuesta fue rechazada, por lo que se intentó vender sus propios productos.

A diferencia de una aspiradora tradicional, las Dyson no tienen bolsa. Usan un receptáculo de plástico transparente que te permite ver la suciedad que recoges y sacarla fácilmente de la máquina para vaciarla. Pero su mayor innovación es el sistema de ciclón para aspirar. Al succionar, la aspiradora genera un ciclón dentro del recep-táculo, disparando las partículas de suciedad por fuerza centrífuga hacia las paredes de este contenedor, evitando que lleguen al canal de aire, que siempre está destapado y puede generar fuerzas de hasta 100.000 G, muy superiores a las de cualquier otra aspiradora. La mayoría de sus clientes ni se enteran de esta revolucionaria tecnología, sólo saben que su aspiradora Dyson funciona, siempre.

Aunque quizás su impacto global no es de la escala del iPhone, el nivel de preocupación al detalle y el hecho de que "simplemente funcionen", como el propio Jobs describía sus productos, en mi opinión ponen a estos aparatos en la misma categoría. En América Latina los productos Dyson sólo se venden en México, pero en centros comerciales de toda la región se pueden hallar sus secadores de mano que usan un eficiente chorro de aire para cumplir su labor y realmente funcionan.

TESLA MOTORS Y ELON MUSK
El sudafricano Elon Musk se hizo conocido al fundar PayPal, uno de los principales medios de pagos en internet y que fue vendido a eBay en US$$ 1.500 millones. Pero incluso después de ese revolucionario aporte al mundo, ha seguido innovando en dos industrias de muy alto impacto: la espacial y la automotriz.

Primero fundó SpaceX, empresa de transporte espacial que se convirtió en la primera de tipo comercial en lanzar y operar su propia nave espacial. Mientras la Nasa disminuye su inversión, SpaceX la aumenta. Incluso su nave, Dragon, está diseñada para soportar el reingreso a la atmósfera desde un viaje a Marte.

Según Musk, su misión es reducir el costo de la exploración espacial, el cual surge de una burocracia innecesaria de las empresas involucradas. Hoy la empresa crece a pasos agigantados, y ya tiene más de 1.100 empleados. Pocos emprendedores tienen la ambición de generar impacto a esta escala y menos aún a soportar los innumerables fracasos que suceden en el camino. Menos aún a hacerlo simultáneamente en dos industrias. Después de convertirse en millonario con sus primeras empresas, ha llegado al borde de perderlo casi todo, incluso viviendo en su automóvil, invirtiendo hasta su último peso en llevar a cabo estos sueños.

Tesla Motors, su empresa de autos eléctricos, es la que tendrá mayor impacto en el corto plazo para los consumidores. Su preocupación nació por la energía limpia y la frustración porque ninguna de las grandes automotoras invirtiera seriamente en desarrollar esta industria, continuando la dependencia de combustibles fósiles. Su primer modelo, el deportivo Tesla Roadster, ha vendido más de 1.800 unidades, convirtiendo a Tesla en la primera automotriz en construir automóviles eléctricos en serie a escala masiva. Pero con un precio sobre los US$ 100.000, era un producto al que sólo podían acceder los más ricos del mundo.

Pero sirvió de experimento para alcanzar su meta de automóviles eléctricos para el mercado masivo. En 2012, se lanzará el Model S. Un sedán que pretende competir en el segmento de modelos de BMW y Audi, con un precio más accesible de US$ 50.000. Pero al no tener un estanque de gasolina, puede llevar hasta cinco personas sentadas normalmente y dos niños en una tercera fila. Pero su innovación no está sólo en el motor: en vez de botones en la consola central para controlar la radio o el aire acondicionado, tiene una gran pantalla táctil de 17" conectada a internet.

Su tecnología de baterías y motores eléctricos es tan revolucionaria que hasta titanes de la industria como Mercedes-Benz la están licenciado para sus propios vehículos eléctricos. Pero la meta de Tesla es fabricar un auto eléctrico con autonomía sobre 400 km por menos de US$ 20.000 en los próximos 10 años. Algo que ninguna fábrica automotriz ha sido capaz de hacer hasta el momento y pareciera que Tesla es la única encaminada en lograrlo.

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