En 2008 debutó en la literatura con la novela Hoy he conocido a alguien, protagonizada por Ginebra, una veinteañera estilista de moda, que vive en Barcelona, pero que adora Nueva York, y se enamora de un hombre casado. Era el gran salto de la editora española Milena Busquets.

Sin embargo, luego de esa aventura editorial guardó silencio por un tiempo. Esto, hasta que el manuscrito de su segunda novela, También esto pasará, fue el inédito más requerido en la Feria del libro de Frankfurt 2014. En la historia autobiográfica se refleja la relación con su madre, la editora y ensayista Esther Tusquets, fallecida en julio de 2012.

El volumen fue publicado el año pasado en español por el sello Anagrama. Veintiocho editoriales más lo hicieron en otros idiomas, como Gallimard (Francia), Hogarth Press (EEUU), Harvill Secker (Reino Unido), Suhrkamp (Alemania) y Rizzoli (Italia).

Ayer, Milena Busquets participó en el ciclo La Ciudad y las Palabras del doctorado en Arquitectura de la UC, apoyado por La Tercera. La narradora, de 44 años, conversó con el arquitecto y académico Fernando Pérez sobre su relación con la literatura. Una relación que partió de muy temprano: "Yo nací en el mundo editorial, rodeada de arquitectos, poetas y directores de cine. Y todo el mundo escribía... Era más interesante un hombre que construía una mesa", dijo.

Derrochando simpatía, la escritora contó cómo llegó a convertirse en arqueóloga: "Me gustaba mucho el arte, y eso ocurrió cuando vi la película Indiana Jones: ahí quise ser arqueóloga".

Consiguió una beca y estudió en Londres. Según ella, arqueología y literatura se parecen: "Hay muchos chiflados adentro", dijo entre risas.

Criada en Barcelona, de niña pasó largos veranos en Cadaqués, junto al Mar Mediterráneo, al igual que Blanca, la protagonista de su novela También esto pasará. "Las referencias culturales del Mediterráneo son infinitas; el mar es la sensación de escaparse y, como el nomadismo, estar en contacto con el mundo", expresó, y recordó el Cadaqués de su infancia como "un pueblo de hippies y gente bohemia".

Milena Busquets fue editora y bloguera de moda antes de publicar su última novela, en la que destaca por sobre todo la voz narrativa. "Lo mas difícil es dar con un punto de vista; la impostura en la literatura se detecta inmediatamente", dijo, y citó entre sus influencias a Chéjov, Wilde y Flaubert.

"Leer me rescata, me hace feliz. Es imposible escribir bien y no leer", afirmó la escritora. Una de las virtudes que se le reconocen es la ligereza de su narrativa. Sobre ello dijo: "Tenemos la obligación de no dar la lata. La literatura debe ser una consideración para los demás".

En cuanto al proceso creativo, sostuvo: "Es un trabajo que requiere dedicación absoluta. Es tan frustante que no sé cómo hay tanta gente que escribe".

Una persona del público le dijo que su libro era el mejor que había leído este año. "Tienes que leer más", respondió ella, provocando risas en el auditorio.