Nombramiento de Rincón reabre polémica por designación de parlamentarios

Alvaro Elizalde planteó necesidad de regular el sistema de reemplazo de diputados y senadores. En la Alianza rechazan la iniciativa y promueven prohibir el traslado de congresistas a La Moneda.




La designación de Ximena Rincón como ministra secretaria general de la presidencia del próximo gobierno de Michelle Bachelet reabrió el debate respecto de los nombramientos de parlamentarios en cargos ministeriales.

Ayer, el futuro ministro vocero de gobierno, Alvaro Elizalde, abordó las críticas que surgieron desde la Alianza por la salida de Rincón del Senado a contar del próximo 11 de marzo. El futuro secretario de Estado defendió la decisión y reconoció que efectivamente es un "mecanismo excepcional" el utilizado por Bachelet con la senadora DC, tal como lo hizo con Carolina Tohá en marzo de 2009.

Sin embargo, Elizalde aseguró que en este caso la discusión de fondo se debiera centrar en buscar un mecanismo legal que regule no sólo la designación de un parlamentario como ministro, sino también la fórmula utilizada para elegir a su reemplazo.

En esta línea, el futuro vocero aseguró que en la discusión de la nueva Constitución se deberá realizar un debate respecto de la relación gobierno-parlamento, donde se pueda abordar este tipo de vacíos: "Hay que establecer una fórmula porque la Constitución, no prohíbe que los parlamentarios puedan ser designados ministros".

Hace tres años, la ahora senadora independiente Lily Pérez presentó un proyecto de ley que propone que el reemplazo de los parlamentarios que abandonen el congreso se realice mediante una elección, y no mediante designación de los partidos, como ocurre actualmente. "Este mecanismo actual de reemplazo siempre fue pensado para fallecimiento, no para el caso de sacar parlamentarios para ir al gabinete", aseguró Pérez.

Sin embargo, son varios los parlamentarios que se oponen a legislar respecto de este tema. En ese sentido, el presidente de la UDI, Patricio Melero, plantea la posibilidad de promover un proyecto de ley que prohíba a los parlamentarios abandonar sus cargos para integrarse al gabinete. "Soy partidario de terminar con los nombramientos de miembros del parlamento en gabinetes ministeriales, y dejarlos solamente en caso de muerte o invalidación grave.

Desde la cámara alta, el senador UDI Jaime Orpis también promueve la idea de prohibir estas designaciones, asegurando que la opción de crear elecciones complementarias sería "faltarle el respeto a la gente".

"Si a mí me eligen por una región determinada, por un distrito determinado, debería ser irrenunciable", aseguró el actual senador UDI.

LOS CASOS MAS RECORDADOS

La primera vez que se utilizó en Chile el actual sistema de reemplazo de parlamentarios fue en marzo de 2009, cuando la Presidenta Michelle Bachelet convocó a a la entonces diputada por Santiago Carolina Tohá como vocera de gobierno. En esa oportunidad, el PPD buscó el reemplazo en la Cámara Baja, designando a Felipe Harboe. La decisión de Bachelet de sumar a la ahora alcaldesa de Santiago provocó en aquella oportunidad una serie de criticas por parte de la Alianza. Sin embargo, en enero de 2011, el gobierno de Sebastián Piñera optó por convocar a los entonces senadores Andrés Allamand y Evelyn Matthei, dejando en sus puestos en el senado a Carlos Larraín y Gonzalo Uriarte, respectivamente.

Uno de los casos más recordados es el de Ena von Baer, quien llegó a la Cámara Alta como senadora designada por Santiago Oriente luego que Pablo Longueira dejara su escaño para convertirse en ministro de Economía de Piñera. En esa oportunidad, Andrés Chadwick también dejó su cupo, entregándoselo a Alejandro García-Huidobro.

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