Las autoridades chinas elevaron hoy a 410 el número de muertos a causa del terremoto registrado el domingo en la provincia de Yunan, en el sudoeste de China, informó el Ministerio de Protección Civil.

Además, hay unos 2.400 heridos y a causa de las fuertes lluvias los expertos temen que surjan epidemias. El terremoto, de magnitud 6,5 en la escala de Richter, se produjo en la tarde del domingo. Decenas de miles de personas tuvieron que ser evacuadas y fueron destruidas miles de viviendas.

Unos 10.000 soldados y un número similar de policías se trasladaron a la zona en la comuna de Ludian, unos 370 kilómetros al noreste de la capital provincial, Kunming. También fueron llevados a la zona unas 800 palas mecánicas y otros vehículos para liberar las carreteras de escombros.

Los equipos de rescate tienen dificultades por la aparición de un enorme lago formado por el terremoto: al caer los escombros en un valle, el río Niulanjiang se convirtió en un embalse de cinco kilómetros de largo, informó Xinhua. Debido a las fuertes lluvias el nivel del agua está subiendo un metro cada hora.

Los temblores han dañado el abastecimiento de agua a lo largo de 300 kilómetros, donde hay al menos 300.000 personas sin suministro. El terremoto fue el peor en Yunan desde hace 14 años, según las autoridades.