Obama y el difícil desafío de extender su legado

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Durante sus ocho años de mandato no pudo cumplir varias de sus promesas, como el cierre de Guantánamo, pero sí tuvo aciertos, como el descongelamiento de las relaciones con Cuba.




Hace dos años, el Presidente Barack Obama miraba con lejanía la campaña presidencial y aseguraba que mantendría un bajo perfil. Los votantes, decía, van a buscar "el olor que tiene un auto nuevo", porque "ellos quieren conducir algo que no tenga tantas millas como yo". Sin embargo, sus predicciones estaban muy erradas, ya que el mandatario, que goza del carisma de una estrella pop, fue protagonista de la campaña de la candidata demócrata, Hillary Clinton.

Obama entrega su presidencia con una popularidad de 56%, según un sondeo de Gallup revelado el lunes. Así, supera a Ronald Reagan en 1988 y está muy por encima de George W. Bush, y sólo es sobrepasado por Bill Clinton en 2000. Incluso más, el mandatario es más popular ahora que cuando fue elegido para su segundo mandato en 2012, con el 51% de los votos.

Cuando asumió como Presidente el 20 de enero de 2009, el eslogan de su campaña peace and change (paz y cambio) se encontraba pegado en ventanas de miles de autos en Estados Unidos, una suerte de reflejo de las esperanzas sobre su gestión. A casi ocho años desde entonces, muchos analistas se preguntan cuánto queda de ese idealismo o si se evaporó.

El Presidente número 44 llegó a la Casa Blanca con la promesa de terminar las guerras de su predecesor, George W. Bush, sin embargo, no pudo cumplirla. Estados Unidos tiene participación en los conflictos en Afganistán, Irak y Siria, y Obama deja el legado de ser el único mandatario estadounidense en la historia de servir dos mandatos completos con una nación en guerra. Así, superó a Franklin D. Roosevelt, Lyndon B. Johnson, Richard M. Nixon e inclusive a su héroe, Abraham Lincoln.

En todo caso, Obama -que en 2009 ganó el Premio Nobel de la Paz- dejó muchos menos soldados que los 200 mil hombres que heredó de Bush: 4.087 en Irak y 9.800 en Afganistán, aunque aprobó ataques en contra de grupos terroristas en Libia, Pakistán, Somalia y Yemen. El diario The New York Times dice que el mandatario ha reconocido la contradicción entre su mensaje de campaña y la realidad de gobernar. Así, cuando aceptó el Nobel dijo que la humanidad tenía que aceptar "dos verdades que parecen irreconciliables, que la guerra es a veces necesaria y que la guerra en algunos niveles es una expresión de estupidez humana".

Otra de las promesas que no pudo cumplir fue el cierre de Guantánamo. Según explica la revista New Yorker, para Obama esta medida era esencial para terminar con la era Bush-Cheney. El 22 de enero de 2009, apenas dos días después de asumir, emitió una orden ejecutiva en la que se señalaba que la prisión sería cerrada dentro de un año.

Desde su apertura en enero de 2002, unas 779 personas han sido detenidas en Guantánamo. Actualmente, quedan 61 reos, de los cuales 20 tienen aprobada su transferencia, siete enfrentan cargos criminales y 34 continúan detenidos.

En cuanto a las relaciones internacionales, logró algo que parecía una quimera cuando asumió: el fin del descongelamiento de las relaciones con Cuba y el acuerdo con Irán por su programa nuclear.

A nivel nacional, una de sus iniciativas más aplaudidas fue cuando logró la aprobación, en marzo de 2010, del Acta de Protección al Paciente y el Cuidado Asequible, más conocido como Obamacare. Una reforma que si bien tuvo muchos adversarios, extendió la protección de la salud a los sectores más vulnerables. Se estima que menos del 10% de los estadounidenses no goza de algún tipo de cobertura médica.

Asumió el mando de un país en una profunda crisis económica. Sin embargo, según el diario The Hill, no sólo terminó con la recesión, sino que creó 15 millones de empleos y redujo el déficit en un billón en comparación a 2009.

Fue el primer presidente negro de Estados Unidos y deja la Casa Blanca sin poder solucionar uno de los grandes problemas de ese país: la igualdad racial. De acuerdo a The Guardian, la brecha de la riqueza entre negros y blancos ha crecido, como también lo han hecho el desempleo y la pobreza entre los negros. El salario se ha estancado. Esto, pese a que ha nominado a un número sin precedentes de jueces negros, ha liberado a miles de imputados no violentos de delitos relacionados con drogas, entre otras medidas.

El carismático mandatario termina su mandato el 20 de enero próximo y varias de sus principales iniciativas, como el Obamacare, están en un limbo legal, por lo que será responsabilidad de su sucesor continuar o no su legado. Y el escenario no parece favorable. Pese a ello, ya hizo historia, al ser el primer presidente negro de EE.UU.

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