Durante este fin de semana, más de 400 integrantes del Ejército se desplegaron por distinto puntos de Copiapó afectados por los aluviones. Uno de ellos fue la villa Los Pintores, a las que sólo se puede acceder rodeando la ciudad por los cerros, debido a que los escurrimientos de material y barro contaminado mantienen las calles cercanas cortadas y se mantiene incomunicada del resto de la ciudad.

Esta población, cuyas 127 casas resultaron colapsadas, para muchos es un ejemplo de solidaridad, ya que los dueños de la única vivienda que se salvó de la inundación -por estar ubicada en una de pendiente- acoge como albergue improvisado a unos 80 vecinos, que optaron por ese lugar en vez de un albergue para mantenerse cerca de sus casas y limpiarlas o intentar recuperar sus enseres. Por la misma razón que la gente se ayuda en momentos complejos, el Ejército trasladó 200 hombres de sus filas hasta esta villa para colaborar con el retiro del barro.

El teniente coronel Juan Pablo Díaz, a cargo de las unidades de apoyo humanitario, destacó que "a través de la limpieza de calles y la liberación del lodo desde el  interior de las viviendas, la fuerza militar está apoyando a la comunidad y levantándoles la moral para, de esta forma, volver a la normalidad".

En esta oportunidad, las fuerzas del Estado Mayor Conjunto se trasladaron hasta el lugar junto a personal de la fundación Desafío Levantemos Chile. Ahí entregaron 150 kits de emergencia "Atacama", compuesto por una carretilla, dos palas, un par de botas de goma, un par de guantes y un set de cinco mascarillas para que la gente pueda retirar el  barro de sus casas, en estrecha colaboración con las cuadrillas del ejército. "Estamos felices porque las familias que los han recibido ya han comenzado a limpiar sus hogares, como un primer paso para levantarse luego de esta tragedia. Esa es la misión de Desafío, ser un puente entre quienes quieren ayudar y los que necesitan recibir esa ayuda", señaló Alejandra Castellón, líder de la sección Emergencia de esta organización solidaria, fundada sólo 13 días después del 27/F para ir en ayuda de los damnificados por el terremoto y posterior maremoto.

Las cuadrillas militares se desplegaron por las diferentes calles en un trabajo conjunto con los pobladores, para limpiar el interior de las casas y en la medida de lo posible, recuperar un estado de normalidad para los residentes.

ALIANZA SOLIDARIA

"Me siento muy agradecida y orgullosa de la labor que están cumpliendo las Fuerzas Armadas, se han portada excelente. Junto a mi esposo, nos hubiese sido imposible salir adelante solos", contó Ada Saavedra , una de las vecinas de villa Los Pintores, y quien, al igual que los demás habitantes del lugar, se quedaron con lo puesto y con una casa con más de 80 cm de barro en su interior.

El conscripto Fernando Garrido, manifestó que su principal motivación ha sido sus niños y el agradecimiento de los habitantes. "Ha sido impactante lo que hemos vivido, pero las ganas de ayudar son más fuertes. Ver de nuevo la sonrisa de un pequeño es lo mejor que nos puede pasar para sacar esto adelante".

Jornadas intensas ha debido cumplir el personal uniformado, pero siempre con la mejor disposición y motivación, como señaló el subteniente Roberto Cayún. "Es muy gratificante y enriquecedor ver una casa limpia, logrando la tranquilidad de una familia. La gente está muy agradecida, demostrándonos su cariño en todo momento".