Frente a la pregunta, ¿de qué depende la felicidad?, el académico e investigador de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Pablo Vera contesta que principalmente depende de cada persona.

Junto a su equipo estudió los niveles de optimismo, satisfacción, apoyo social, autoestima y felicidad en personas entre 18 y 30 años. En este grupo, había personas sobrevivientes al cáncer, enfermos del mal y personas completamente sanas.

Sin embargo, los resultados -tras aplicar instrumentos reconocidos internacionalmente para cuantificar las emociones positivas antes señaladas-, fueron diferentes a los que cualquier persona alejada del tema podría imaginar, considerando las condiciones a las que se veían sometidos los sujetos: no hubo variaciones significativas entre los tres tipos de personas.

Todos estos estudios se circunscriben en un nuevo movimiento de investigación y análisis dentro de la Psicología, denominada "Psicología positiva", que propone escudriñar científicamente en los aspectos que hacen sentirse bien -o en su defecto, mal- a las personas.

Este tipo de estudio permite ahondar en áreas que suelen ser muy mencionadas, como "sentirse feliz" y "sentirse optimista", pero que no tenían una sistematización y estudio profundo.

Pablo Vera desarrolló una investigación para demostrar que las personas optimistas tienen más habilidades para solucionar problemas que otros. Y ante su éxito, se proyectó indagar en el optimismo como rasgo personal, a diferencia del optimismo como un estado transitorio.

"El estado de bienestar o de satisfacción con la vida no pasa necesariamente por situaciones objetivas. Saber más del optimismo y de cómo puede aprenderse es muy relevante para una sociedad como la nuestra, que tiene tan altos niveles de depresión", expresa el académico de la Usach, y agrega que muchas investigaciones al interior de la Psicología Positiva han podido determinar que los sujetos optimistas tienen mejor calidad de vida, menos ansiedad y estrés, además de enfermarse menos.

Afirma que "el pesimismo se aprende y el optimismo también. Esto implica que podemos destinar esfuerzos y recursos no sòlo para disminuir el pesimismo y la depresión, sino también para desarrollar y potenciar el optimismo, bienestar y la felicidad".

Según el especialista, el aprendizaje ocurre tras la comprensión, desde la temprana infancia, de que las conductas y acciones tienen un efecto, bueno o malo. Saber qué se hace bien o mal incide en la forma de relacionarse y ver la vida.

Y en relación al tema, el profesor Vera participó recientemente en el XVIII Congreso Nacional de Psicología Clínica. "Este año se dio énfasis a la investigación por parte de los psicólogos clínicos chilenos, especialmente en áreas que es importante desarrollar el nivel de conocimientos, como la depresión y la violencia intrafamiliar, debido a su incorporación a temas prioritarios para el Ministerio de Salud", explicó.

5 CONSEJOS PARA SER FELIZ
El Dr. Vera propone 5 consejos para ser "feliz y optimista". El primero tiene que ver con llevar un estilo de vida saludable. Esto se traduce en una buena alimentación, dormir adecuadamente y realizar ejercicio físico.

En segundo lugar, aprender a ver las cosas negativas desde diferentes puntos de vista. Muy relacionado con el tercer consejo que tiene que ver con pensar que lo negativo es momentáneo.

En cuatro lugar, establecer redes sociales. El apoyo de amigos, familia, grupos deportivos y de hobbies es muy relevante.

Y por último, incorporar situaciones gratificantes al diario vivir.

Pablo Vera acota que estos puntos son una base preliminar para alcanzar un estado "feliz". Sin embargo, es una sumatoria de múltiples factores.