¿Sabe usted cuánta contaminación de CO2 aporta el aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) en la Región Metropolitana? Esa es la interrogante que las autoridades de este terminal aéreo quieren dilucidar, a fin de iniciar una reducción paulatina de las emisiones de dióxido de carbono.

Así lo informó el martes el gerente general de Nuevo Pudahuel, actual concesionario del aeropuerto, Nicolás Claude, tras lanzar una campaña para que los pasajeros del área internacional compren árboles autóctonos de la zona central, tales como el Quillay, Peumo y Patagua. Los árboles serán ofrecidos a US$ 15 dólares cada uno, y luego la empresa los plantará dentro de la comuna de Pudahuel.

Esta es la primera vez que se realiza una medición de este tipo en el terminal, ya que saber la huella de carbono del tránsito aéreo no es obligatorio, sino voluntario. Claude añadió que “esta primera etapa puede durar un año o un poco más, y luego de medir la huella de carbono, viene la etapa de reducción. Habrá que tomar decisiones y comprometernos a implementar acciones para bajar emisiones, como por ejemplo, reducir la energía que consume el terminal”.

El investigador de Centro de Desarrollo Urbano y Sustentable (Cedeus) de la UC, Jonathan Barton, explicó que la emisión promedio de un aeropuerto “se mide por fases de alcance, primero cuánto emite el edificio, segundo, la energía que puede ser generada afuera, pero que se utiliza acá, y, en tercer lugar, están las emisiones de los flujos, como los aviones y vehículos”.

El problema es que las emisiones de un avión se calculan por la distancia recorrida en un vuelo, pero la aeronave pasa por diferentes aeropuertos repartiendo su emisión. En el calculador de huella de carbono de la organización ambientalista, de origen alemán, Naturefund, un vuelo entre Santiago y Sao Paulo genera 1.919 gCO2/km., lo que se puede compensar plantando cuatro árboles. Sólo el martes hubo 27 vuelos entre ambas ciudades en el AMB.

Otra medida es la que toman las aerolíneas. Enrique Guzmán, gerente senior de Medioambiente de LAN aseguró que el Grupo LATAM Airlines es pionero en reducir la contaminación por gases de efecto invernadero, “incluyendo el uso de aviones modernos y las últimas tecnologías para minimizar la huella de carbono y generar una mayor eficiencia de combustible”. Medida que, junto a otras, hizo que la aerolínea redujera 290 mil toneladas de CO2 en 2014.

Sky cambió la pintura de sus aviones, rebajó el peso de sus asientos y carritos de servicio, para ahorrar 500 toneladas de CO2 al año.