El primer ministro de Italia, Enrico Letta, presentó hoy su dimisión al Jefe del Estado, Giorgio Napolitano, después de que su formación, el Partido Demócrata (PD), exigiera un nuevo Ejecutivo para sacar al país del inmovilismo.

Napolitano abrirá ahora una ronda de consultas con los partidos representados en el Parlamento para buscar una solución a esta crisis de Gobierno.

Letta llegó a Quirinale, sede de la Presidencia de la República, para reunirse con el jefe del Estado Giorgio Napolitano, al que presentó su renuncia.

"Voy al Quirinale a presentar mis dimisiones. Gracias a todos aquellos que me han ayudado", escribió en Twitter el primer ministro, mensaje en el que citó por otra parte a Séneca, recordando que "cada día es como si fuera el último".

Letta anunció su intención de renunciar ayer, tras una reunión de la dirección del Partido Democrático, del que es un destacado dirigente, en la que el secretario del partido y alcalde de Florencia, Matteo Renzi, pidió la formación de un nuevo gobierno mucho más dinámico, para que Italia pueda así entrar en "una nueva fase" política.

La propuesta fue aprobada por amplia mayoría y Renzi, de 39 años, quedó así con el camino de hecho allanado para tomar el lugar de Letta y ser el jefe del gobierno.

El anuncio de la renuncia de Letta y crisis de gobierno italiana es seguida paso a paso por la Unión Europea en Bruselas y por las diferentes capitales de la región.

Alemania está monitoreando "con gran atención" el desarrollo de la situación política, destacó en Berlín el vocero del jefe del gobierno Angela Merkel, auspiciando una "rápida" solución.

La Comisión Europea se declaró por otra parte "confiada en la voluntad y la capacidad de Italia de seguir con las reformas de consolidación", precisó un vocero.