A veces, un empujón inicial hace que el curso de la Teletón entera sea distinto, y quizás eso sucedió hoy, en su versión número 29. Ya que en la noche inicial hubo una donación de importancia, usualmente reservada para el cierre en el Estadio Nacional -entregada por Andrónico Luksic en nombre de su familia, y por $3 mil millones-, el sábado corrió con más calma, manteniendo durante la tarde una pequeña ventaja en recaudaciones en comparación al año anterior, para llegar a la meta de $32 mil millones.

Por su puesto que eso no significó que el día fuera de relajo, con constantes llamados a donar, a subir los montos, a no olvidar la campaña en el ajetreo de fin de año; Mario Kreutzberger incluso insistió, una y otra vez en pantalla, que necesitaba que este año la gente y las empresas donaran hasta un 50% más que en versiones anteriores.

Con esa ambición en mente se realizó el voluminoso número de actividades que ha transformado al evento televisivo del año en una especie de kermesse de 27 horas. Tras la noche agitada -ver columna de Glamorama en página 65-, el día comenzó con desayunos y shows infantiles. Kreutzberger se trasladó de hecho a Linderos donde lo esperaban mesas servidas con pan amasado, y donde le regalaron una versión de él en miniatura como artesanía; el animador festejó de buen humor que ahora lo recreen con canas en el pelo.

El presente del animador de 76 años ha sido un tema para los organizadores de la cruzada. Por ello, ha ido avanzando el protagonismo de los ocho embajadores de los canales de TV que lo secundan, haciéndose más cargo de presentar los testimonios o de acompañar a Don Francisco en algunos segmentos de relevancia.

También hubo deporte, con una corrida en la mañana en el centro de Santiago, y luego en la tarde una prueba de destreza física en la "Destrezatón" del Parque Araucano. No faltó, aparte, una "Radiotón" y competencia de dobles de cantantes, y todo tipo de bailes, coreografías y cantos (muchos del venezolano Carlos Baute, que se presentó en el escenario tres veces, quizás una pequeña marca de parte del intérprete).

Entre los testimonios, destacó la historia del nieto de la periodista Carmen Jaureguiberry, abuela del pequeño paciente de la Teletón Emiliano Grez, y antigua conductora de Almorzando en el 13. Ella recordó ser parte de la campaña solidaria en sus primeras transmisiones, para pasar a conocer la institución por dentro; Kreutzberger recordó junto a ella esos primeros años de Teletón, donde no había mucha brújula ni idea de en qué se convertiría, pero sí muchas ganas de ayudar.

Para el gran final en el Estadio Nacional se esperaba, al cierre de esta edición, las presentaciones de Pablo Alborán, Pimpinela, Jesse & Joy, Zion & Lennox y más. De hecho, cerca de las 19.00 horas, el reducto de Ñuñoa ya lucía con muchísimo público, el que se situó alrededor de la pantalla en 360 grados que se habilitó para esta versión, junto a once pantallas de 24 metros cuadrados.

Y luego, viene otro año de preparación para una nueva campaña solidaria, con miras a un hito de importancia: si esta fue la primera Teletón entre elecciones, la del próximo año será la que festeje 40 años de historia de la transmisión liderada por Mario Kreutzberger. Si bien desde la institución explican que saben es un número importante a festejar, aún no comienzan los planes más detallados.

"Una vez que termine esta Teletón, haremos los análisis respectivos de lo que hicismo bien, y en qué fallamos. Haremos una Teletón que permita evocar, recaudar y convocar a todo Chile", dice Ximena Casarejos, directora ejecutiva de la entidad.