Con mucha paciencia y una sonrisa permanente en su rostro, el actor Tom Cruise inauguró junto a el jeque Mohamed bin Rashid al Maktum, gobernante del pequeño emirato, una nueva edición del Festival de Dubai.

Para Cruise, que no paró de hacerse fotos con los fans y firmar autógrafos, el viaje a Dubai supuso regresar al país donde rodó su cuarta "Misión Imposible".

En el filme, el actor tiene que escalar la fachada del Burj Jalifa, el rascacielos más alto del mundo. Según contó ante los medios, sintió miedo cuando tuvo que saltar desde una de las ventanas de la torre.

El resto de estrellas de la gala de inauguración, entre ellas muchos actores egipcios, palidecieron frente al astro de Hollywood. Su llegada a la metrópolis árabe desató incluso el caos en el tráfico.

Sólo el actor egipcio Gamil Ratib, al que el festival homenajeó por su trayectoria profesional, consiguió llamar la atención cuando, al recibir el premio, dijo: "Dedico este galardón a los mártires y jóvenes de la primavera árabe".

El Festival Internacional de Cine de Dubai se prolongará hasta el 14 de diciembre.