El diario El País de España publicó un nuevo cable filtrado por Wikileaks relacionado con Chile, en el que el gobierno de Michelle Bachelet manifestaba su preocupación por el conflicto mapuche.

En el documento, el ministro del Interior de ese entonces, Edmundo Pérez Yoma, le transmitió la inquietud al embajador de Estados Unidos, Paul Simons, y le solicitó apoyo de "inteligencia" para que monitorearan posibles radicalizaciones de grupos.

Además se deja ver la preocupación ante eventuales contactos con organizaciones terroristas extranjeras -como ETA o las Farc-  por lo que se solicitó colaboración para realizar seguimientos a dineros que podrían estar recibiendo, eventualmente, grupos mapuches.

ANALISIS DE EEUU

Varios despachos enviados a Washington -los que datan entre 2008 y 2009- sostienen que todas las investigaciones norteamericanas concluyeron en que los mapuches no son una comunidad violenta y que "el problema ha sido magnificado por los medios" y quienes han acusado a los grupos indígenas de tener lazos con organizaciones terroristas internacionales "no han proporcionado pruebas de ello (...) Los expertos del gobierno califican esos contactos de mero 'turismo de guerrilla'", producto de viajes de algunos miembros de la CAM (organización autonomista mapuche) a Colombia, España y México.

Sobre este tema, el embajador reproduce también conversaciones mantenidas con el ex viceministro del Interior Patricio Rosende y con el jefe de la Unidad de Cooperación Internacional de la Fiscalía Nacional chilena, Jorge Chocair.

"Es cierto que algunos miembros de la CAM (organización autonomista mapuche) han viajado a Colombia, a España y México y que pueden, incluso, haber participado en algún tipo de entrenamiento (...) Sin embargo, tanto Rosende como Chocair caracterizan esas relaciones como informales e infrecuentes", informó.

Por lo mismo, el embajador Simons concluyó que "hay mucho que reprochar a todas las partes en este conflicto".

"Las comunidades mapuches están desorganizadas, son incoherentes y presentan demandas que van desde lo lógico a lo fantasioso (...) Por el otro lado, los sucesivos Gobiernos de la Concertación han desarrollado una política indígena chapucera", sostuvo.