Decenas de personas murieron hoy y varias resultaron heridas, incluidos civiles, al norte de Saná, la capital de Yemen debido a un bombardeo que realizó la coalición árabe, liderada por Arabia Saudita. Uno de los ataques habría alcanzado un pequeño hotel cercano a un puesto de control de los rebeldes hutíes, que dominan el noroeste de Yemen incluida Saná luego de que expulsaron hace dos años al Presidente Abdu Rabu Mansur Hadi, quien es apoyado por los árabes.

Los rebeldes hutíes han acusado a Riad de estar detrás del ataque, mientras que Arabia Saudita no se ha pronunciado. Sin embargo, según agencias y la televisión local, la cifra de muertos en el hotel, que quedó totalmente destruido, es de entre 40 y 70.

El ataque volvió a poner en el centro de la atención a Yemen, país que vive hace casi dos años y medio una "guerra olvidada", con alrededor de tres millones de desplazados.

De acuerdo a The New York Times, los continuos bombardeos han paralizado puentes, hospitales y fábricas. Médicos y funcionarios han tenido que trabajar durante un año sin recibir sueldos. Y la desnutrición y la falta de infraestructura han provocado que el país sea vulnerable a enfermedades.

En abril, un brote de cólera se registró en el país, y hasta el momento ha afectado a 540.000 personas y 2.000 han muertos, según Médicos Sin Fronteras. Este es uno de los brotes más grande del mundo en los últimos 50 años. Según la ONU, Yemen necesita US$ 2.300 millones para ayuda humanitaria este año, pero sólo un 41% de ese monto ha sido recibido. Además, según UNICEF, más de 2,2 millones de niños tienen desnutrición aguda y alrededor de 462.000 sufren de desnutrición grave.

El origen del conflicto

Mientras los ojos del mundo enfocaban su atención en Siria y la profunda crisis de refugiados en Europa, Yemen comenzó una guerra en marzo de 2015, un conflicto que aún no ha cesado. A pesar de que por largo tiempo ha sido el país árabe más pobre y ha sufrido frecuentes conflictos armados, el último inició en 2014, cuando los hutíes, aliados con sectores del ejército de Yemen, asaltaron la capital, forzando al Presidente, reconocido internacionalmente, al exilio.

La crisis en Yemen comenzó luego de la Primavera Árabe, cuando se realizaron manifestaciones en contra del Presidente de ese entonces, Ali Abdalá Saleh, quien cedió el poder en febrero de 2012 y fue reemplazado por Abdu Rabu Mansour Hadi, en una elección de un solo candidato. Los rebeldes hutíes, minoría chiita en el país y cuya base de poder está en el norte, comenzaron a manifestarse en contra del nuevo gobierno sunita a mediados de 2014.

La situación se intensificó cuando los hutíes, aliados con fuerzas de seguridad leales al ex mandatario Saleh comenzaron a tomar territorio, incluso la capital. Yemen está completamente dividida: los hutíes controlan el norteste, Al Qaeda opera más hacia el centro y sureste del país, y en el sur está la presencia de la coalición de Arabia Saudita. Además, hay pequeñas áreas en donde el Estado Islámico se ha atribuido ataques.

Los rebeldes hutíes están apoyados por Irán, histórico rival de Arabia Saudita en el Golfo Pérsico. Ante el temor de que los chiitas llegaran al gobierno, los sauditas encabezaron una campaña militar en conjunto con nueve otros países para frenar a los rebeldes.

A pesar de ser uno de los países más pobres de la región, Yemen tiene una gran importancia estratégica debido a su ubicación. Es un paso comercial esencial en el camino hacia Occidente y Oriente de los barcos cargados de petróleo de los países del Golfo Pérsico.

Hoy, miles partidarios de Saleh se manifestaron para celebrar el 35 aniversario de la fundación de su partido, en medio de la tensión con los rebeldes hutíes, que forman con el ex mandatario una alianza que controla la capital, luego de culpar a Saleh de "traición", después de que éste los calificara de "unas milicias".

"Es la crisis humanitaria más grande del mundo"

La guerra ha provocado que Yemen sea un "terreno fértil para el cólera", señala The New York Times. En países desarrollados, el cólera puede ser fácilmente tratado con antibióticos. Sin embargo, no es la realidad de Yemen, especialmente por la desnutrición que sufren los niños.

Carolina Nanclares, quien fue responsable de Médicos Sin Fronteras (MSF) del brote de cólera en Yemen dice a La Tercera que la situación es "dramática" y que estamos frente a la "crisis humanitaria más grande del mundo en este momento". Nanclares, quien también ha visitado la República Centroafricana, Chad y Sudán del Sur, entre otros, explica que un 70% de la población requiere asistencia humanitaria para sobrevivir.

"Unas 17 millones de personas están en situación de inseguridad alimentaria (...) tres millones están desplazadas internamente. A su vez, existen muchos daños a nivel de infraestructura, lo que ha provocado que millones de personas no tengan acceso a agua potable y que no tengan estructuras de saneamiento adecuadas. Esto es lo que ha permitido que la epidemia del cólera se haya desarrollado".

Según Nanclares, la epidemia de cólera es la "más grande de la historia". Podría llegar a sobrepasar a la que registró Haití en 2010, donde unos 750.000 personas fueron infectadas, según el Times. "Estamos hablando de más de 540.000 casos y 2.000 muertes registradas", dice la miembro de MSF.