SEÑOR DIRECTOR
Ayer, líderes de organizaciones palestinas respondieron a nuestra carta publicada en este diario, donde sosteníamos que el antisionismo es la cara moderna del antisemitismo.
Ellos, por el contrario, aseguran que antisemitismo y antisionismo no son lo mismo. Para ello, usan como argumento la resolución 3379 de la ONU de 1975, que señalaba que "el sionismo es una forma de racismo y discriminación racial". Pero esa resolución fue anulada en 1991.
Esa derogación es de conocimiento público. Así que mencionarla, no puede tener otro objeto que manipular a la opinión pública.
El sionismo se refiere al legítimo derecho de Israel a existir -como lo consignó la ONU en 1947-, así que citar esa resolución para definir ese concepto es un intento de negar nuestro derecho a la autodeterminación como nación, que es justamente lo que ellos reivindican para sí mismos y le reconocen a todos los demás pueblos.
Es decir, negar el sionismo es antisemitismo, independiente del nombre que le den.
De hecho, en Alemania nazi se les negaban los derechos a los judíos bajo todo tipo de justificaciones hasta que se puso en marcha la maquinaria antisemita más brutal conocida por la humanidad, que terminó con la vida de 6 millones de judíos.
En las últimas semanas, los intentos fallidos por vetar a Jorge Testa como consejero de Derecho Público de Derecho de la Universidad de Chile por ser judío -aunque la UGEP apuntaba a su condición de sionista-, reafirman lo dicho: antisionismo y antisemitismo son lo mismo. No vamos a parar hasta desenmascararlo y que caigan todas las máscaras y terminen los eufemismos.
Shai Agosin
Presidente Comunidad Judía de Chile
Salvador Reiss
Presidente Federación de Estudiantes Judíos