El salpicón de pollo es un clásico que nunca pasa de moda. No es una condición necesaria, pero sirve para reutilizar la comida que quedó del día o la comida anterior. Es fresco como una ensalada y puede usarse tanto como entrada o plato de fondo, ideal también para mandar de almuerzo escolar o la oficina.

Álvaro Peralta, el cronista gastronómico y crítico de La Tercera, conocido como Don Tinto, seleccionó esta receta para mostrarla en la clase de este viernes.

Entre las muchas virtudes de este plato está que si falta algún ingrediente puede ser fácilmente reemplazado o bien omitido, ya que ninguno es realmente imprescindible. Además es muy personalizable: la lechuga puede ser de la variedad que se prefiera, al igual que las aceitunas.

Para aderezarlo hay que considerar una generosa cantidad de aceite de oliva, sal, pimienta y vinagre rojo —de uva, manzana o jerez—, aunque también puedes usar solo limón.

Salpicón de pechuga

Ingredientes (para 2 porciones)

  • ½ pechuga de pollo cocida
  • 1 lechuga pequeña
  • 2 zanahorias cocidas
  • 1 taza de choclo cocido
  • 1 taza de arvejas cocidas
  • 3 papas cocidas
  • 1 taza de aceitunas amargas
  • 2 tomates grandes
  • 2 huevos duros
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva y vinagre.

Preparación

  1. Cortar la pechuga en cubos pequeños y poner en un bol grande. Cortar a mano la lechuga, bien lavada y seca, en trozos pequeños, y agregar. Cortar las zanahorias en rodajas finas y sumarlas al bol.
  2. Añadir también el choclo, las aceitunas sin carozo y las arvejas. Cortar las papas ya frías en pequeños cubos. Pelar los tomates, cortarlos en gajos. Pelar los huevos —para saber cómo cocerlos puedes revisar este artículo—, cortarlos en trozos pequeños y agregar todos estos ingredientes al bol.
  3. Aliñar con sal y pimienta a gusto más un toque generoso de aceite de oliva y otro del vinagre que prefieran (pueden reemplazarlo por jugo de limón). Revolver bien y servir.