JP Morgan y elección de Gabriel Boric: “El mercado necesitará señales rápidas de moderación real”

El banco estadounidense plantea que "revelar los nombres clave de los gabinetes con prontitud, como ministerio de finanzas, podría ayudar a navegar el período de transición hasta el 11 de marzo".


Consignando que Gabriel Boric se impuso en la elección de este domingo a José Antonio Kast con “un margen más amplio de lo esperado”, JP Morgan reconoce algunas señales de moderación del presidente electo, pero asegura que se requerirán más para calmar a los mercados.

“Se requieren más señales de moderación para evitar un exceso de volatilidad”, sostiene la entidad en el reporte recién publicado, enfatizando que “el gobierno electo no solo deberá moderar el ambicioso programa, sino también definir prioridades para iniciar las negociaciones de manera rápida y eficiente”.

También para aminorar la volatilidad, el prestamista estadounidense sostiene que “revelar los nombres clave de los gabinetes con prontitud, como el ministro de Hacienda, podría ayudar a navegar el período de transición hasta el 11 de marzo”.

Asimismo, JP Morgan destaca que “la administración de Boric no gozará de mayorías especiales en el Congreso”, este escenario plantea “una gobernabilidad limitada”, la cual también demanda “una mayor moderación”.

Dudas y riesgos

La entidad sostiene que “los comentarios iniciales de Boric como presidente electo estaban dirigidos a reforzar la agenda de aumento del gasto social, al tiempo que señaló que avances sustanciales requieren acuerdos amplios y avanzar en la alianza con otros sectores”.

Según reconoce el banco más grande del mundo por activos, “el programa económico se volvió más gradual en comparación con la propuesta original”. Precisan al respecto que “el trabajo conjunto con equipos de centro izquierda contribuyó a moderar un poco el aumento planeado de la carga tributaria, reconociendo la necesidad de establecer un diálogo nacional amplio para aprobar las reformas contempladas tanto en la estructura tributaria como en la reforma previsional”.

Sobre este último punto, le cuentan a sus clientes que “Boric señaló que defenderá la reforma del sistema de pensiones y la desaparición de las AFP”. En la materia, también precisan que “el programa exige la revisión completa del sistema, aunque también se observa un enfoque más moderado en el programa revisado en comparación con el original”.

Pese a lo anterior, JP Morgan tiene sus dudas sobre la moderación de presidente electo. “El hecho de que el candidato Boric se pusiera del lado del cuarto retiro del fondo de pensiones a pesar del consejo técnico en contra de esa medida ha creado preocupaciones sobre si es probable que el presidente Boric se base en puntos de vista técnicos o solo en puntos de vista políticos”, indican.

En ese marco, el banco insiste en que “el mercado necesitará señales rápidas de moderación real”, con el objetivo de “minimizar los riesgos”. Estos últimos, según consignan, se concentran en “un exceso de volatilidad de los mercados financieros y una prolongada fuga de capitales”.

Al respecto, detallan que “la liquidez de los hogares y de las empresas es excepcionalmente elevada en los retiros de los fondos de pensiones, y la agenda de políticas puede incentivar la dolarización de los activos en moneda local (depósitos bancarios), debilitando aún más el tipo de cambio y haciendo subir el IPC negociable”.

“Tenga en cuenta”, dice a sus clientes, “que las cuentas corrientes y los depósitos a la vista se ubican alrededor de US $ 29.000 millones por encima de los niveles anteriores al Covid y la dolarización del sector privado y la fuga de capitales ha sido la regla en trimestres anteriores”.

Adicionalmente, indican que “el riesgo fiscal y la expectativa de impuestos más altos y costos laborales pueden repercutir en el aumento de los precios, dejando las consideraciones de participación de mercado en un segundo plano”.

En la misma materia, agregan más adelante que han “destacado en investigaciones anteriores los principales riesgos macroeconómicos asociados con la elevación de la carga tributaria y el gasto fiscal estructural en tal proporción, con Argentina como el ejemplo de las duraderas consecuencias adversas para el bienestar”.

En lo que respecta a los niveles de deuda, indican que “no es explícito en el programa” y que si bien “los asesores económicos señalaron que la deuda no debería superar el 50% del PIB” a juicio del banco esto representa “un escenario demasiado constructivo si la agenda de políticas se implementa como se diseñó”.

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