"Dime y diretes", Bolsonaro y su esquivo carácter político

Brazil's President Jair Bolsonaro looks on during a Soldier's Day ceremony, in Brasilia
Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Foto: Reuters

Todo comenzó cuando al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se le ocurrió mofarse de la primera dama francesa, Brigitte Macron, comentando un "meme" de manera inédita que apareció en Facebook. En la polémica imagen aparece el presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto a su esposa de 66 años, y Bolsonaro junto a la suya, es decir, Michelle de 37, en la que destacaba la frase: "¿Entiendes ahora por qué Macron persigue a Bolsonaro?", a lo que el mismísimo Bolsonaro respondió diciendo: "No humilles al tipo", jactándose de tener una esposa más joven.

La respuesta de Macron no se hizo esperar y en plena cumbre del G7, a través de una conferencia de prensa, señaló que: "Bolsonaro ha hecho declaraciones extraordinariamente irrespetuosas sobre mi esposa. ¿Qué puedo decir? Es triste. Es triste, pero sobre todo es triste para él y para los brasileños (…) Y como siento mucha amistad y respeto por la nación brasileña, espero que muy pronto tengan un presidente que esté a la altura".

Estas palabras calaron fuerte en el ego de Bolsonaro, el cual acusó a Macron de "disfrazar sus intenciones sobre la Amazonía", ya que durante la cumbre del G7 los líderes se comprometieron a donar 22 millones de dólares para combatir el fuego en esa selva tropical, el cual está arrasando con gran parte de las tribus y la fauna que vive allí. Sin embargo, ésta quedó condicionada por Bolsonaro, hasta que Macron retirara los "insultos" que, según él, su par galo le dedicó al defender a su esposa.

Hasta ahora nadie se ha retractado y esas declaraciones se ven cada vez más lejanas, luego de que este lunes se diera a conocer un video donde sale hablando Macron con el presidente Sebastián Piñera, sobre aquél impasse. En el diálogo Macron le dice a Piñera: "Yo tengo que reaccionar ¿entiendes?" Mientras Piñera asiente con la cabeza. "Quería ser pacífico y respetar su soberanía, pero no puedo aceptar eso. ¿Sabes lo que hizo cuando mi ministro de Relaciones Exteriores fue para allá (Brasil)? Él debía recibirlo y canceló a último minuto para ir a cortarse el pelo. Y se filmó a sí mismo. Lo siento, pero esa no es la forma en la que debe actuar un presidente", sentenció Macron.

Pero el presidente Macron no es el único que ha sufrido los arrebatos y descalificaciones de Bolsonaro por hablar sobre Brasil. La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, también los sufrió luego de que dijera que en "estos últimos meses, hemos observado (en Brasil) una reducción del espacio cívico y democrático, caracterizado por ataques contra los defensores de los derechos humanos y restricciones impuestas al trabajo de la sociedad civil". Así como también, el aumento de muertes en operaciones policiales, sobre todo entre la población negra y en las favelas, y la responsabilidad que tendría en el incendio en la Amazonía las acciones agropecuarias y mineras.

Estas declaraciones molestaron de tal manera a Bolsonaro, que a través de su cuenta de Twitter, señaló que "Michelle Bachelet siguiendo la línea de Macron entrometiéndose en los asuntos internos y en la soberanía brasileña, ataca a Brasil en la agenda de derechos humanos, atacando a nuestra valiente policía civil y militar". Y agregó que "si no fuera por el personal de Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre, hoy Chile sería una Cuba".

Lo cierto que es que tanto Macron como Bachelet tuvieron apoyos de diversos sectores políticos tras los dichos de Bolsonaro, incluso de los mismos brasileros, tanto de manera directa como en las redes sociales. Pero lo que queda de manifiesto es el carácter machista, misógino, xenófobo, homofóbico, descalificador y prepotente del presidente de extrema derecha de Brasil, Jail Bolsonaro. Quien con su actitud no sólo enloda a un país que se ha destacado por tener buenas relaciones exteriores en las últimas décadas, sino que también enloda la figura y el nivel que debe tener un jefe de Estado, comportándose de acuerdo a la impronta del cargo y del pueblo que representa. Como bien dijo Macron, Bolsonaro "no está a la altura".

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